Lily Phillips, una joven modelo y creadora de contenido británica de 23 años, ha captado la atención del público en Reino Unido tras una reciente y controversial entrevista en el programa Newsnight de la BBC. Durante la conversación, conducida por la periodista Victoria Derbyshire, Phillips abordó sin rodeos su trabajo en la plataforma OnlyFans, defendiendo su decisión de dedicarse a la producción de contenido erótico y pornográfico.

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“Me permite tener independencia financiera, controlar mi cuerpo y definir mis propios límites”, aseguró Phillips ante las cámaras. “No me avergüenzo de lo que hago”. Sus declaraciones llegan en un contexto marcado por el debate público sobre la regulación del contenido para adultos en internet, especialmente tras el impulso de ciertos sectores políticos británicos para endurecer las restricciones en torno a este tipo de plataformas.

El dinero que gana por hacer contenido para adultos

Phillips, quien cuenta con miles de suscriptores en OnlyFans, reveló que sus ingresos han superado ampliamente los de un salario promedio: “He ganado más de 100.000 libras esterlinas en solo unos meses. Esto no sería posible en la mayoría de empleos tradicionales”, afirmó. Su éxito económico ha sido presentado por ella como una forma de empoderamiento, aunque no ha estado exento de críticas.

La modelo, que se volvió viral tras compartir públicamente que se acostó con más de cien hombres en un mismo reto, ha sido blanco de cuestionamientos. Sin embargo, ella lo narra con naturalidad: “Muchos eran tipos muy normales. Teníamos abogados, policías, gente que volaba desde Suecia, Eurostar desde Francia, un par de Estados Unidos… eran tipos normales y corrientes”, comentó durante la entrevista.

Una de sus frases más polémicas surgió al hablar de los eventos sexuales que organiza. Cuando se le preguntó por la posibilidad de que asistieran miembros de su familia incluidos su papá o un hermano, respondió: “Si son solteros, es su propia voluntad tener sexo con quien les guste. ¡Qué bien!”, generando reacciones encontradas en redes sociales y medios de comunicación.

En una ocasión anterior había manifestado que sus padres sabían lo que hacía, pero no muchos detalles: “No necesitan saber la logística. Me siento un poco avergonzada… Supongo que porque no es lo que mis padres hubieran elegido para mí. Pero eso no significa que me deshereden o me odien. Solo no quiero que piensen menos de mí”.

La figura de Lily Phillips ha dividido opiniones. Mientras algunas voces feministas la critican por perpetuar estereotipos y contribuir a la hipersexualización digital, otras la apoyan como símbolo de autonomía y empoderamiento femenino en la era digital. En cualquier caso, su testimonio ha encendido una discusión nacional sobre los límites del trabajo sexual, la libertad individual y el papel de las plataformas en la economía contemporánea.

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