Existen actores a los que solo se los conoce por el nombre de algún personaje que interpretaron en una película o serie, y es que al público le gustó tanto el trabajo que hicieron que hasta olvidaron cómo en verdad se llaman. Esto le pasó al actor quiteño Raúl Santana, quien durante su paso por la serie web Enchufe.TV (2012-2018) le dio vida a Chichico (un adolescente de 16 años con mucha mala).

Aunque se rumoraba que a Raúl le molestaba que todo el tiempo lo llamaran Chichico y que creyeran que tenía esa edad, hoy confiesa a EXTRA que ya no es así. Se reconcilió con dicho personaje. Incluso, su reciente paso por el reality de cocina MasterChef Celebrity Ecuador hizo que la gente pudiera conocer quién es en verdad Raúl, un sujeto serio e incluso tímido.

(Te invitamos a leer: Farándula ecuatoriana: Conozca quienes se borrarían uno de sus tatuajes)

Entonces MasterChef ayudó

La gente ya no me dice Chichico, sino Raúl. Vieron el contraste de mi personaje con quien soy yo en realidad, es decir, más serio y tímido. Ha sido interesante; es lindo sentir el cariño de la gente al presentarme ante una nueva generación, porque es muy común que te conozca la gente que tiene 35 o 40 años, y ahora se ha abierto el espectro a más edades, incluso niños. Es chévere que pudieron conocerme en otra faceta siendo yo, y eso es bacán. Y que sepan que todo es un personaje.

¿Quería que se borre Chichico para siempre?

Es parte de mi trabajo, aunque en algún momento sí fue como un: ¡basta!. Recuerdo que estaba conversando con alguien, pero creo que era más por mi ego que le decía que no era Chichico, sino Raúl. Pero después cambié mi punto de vista, porque me di cuenta de que lograr esa posición que tuvo Chichico es algo muy difícil para el actor. Hay muchos colegas que hacen proyectos y no son identificables, que aunque hagan muchas cosas, no sabes quién es. Pertenezco a ese grupo de personas que tienen una identidad en el colectivo, en el pensamiento de la gente, que no importa cuántos años hayan pasado, la gente lo recuerda. Tengo el privilegio de que la gente me tenga guardado en el corazón y la mente. No es fácil lograr eso, y gracias a Chichico y a Enchufe.TV lo logré, entonces están hechas las paces con Chichico.

¿Cómo así aceptó ingresar a MasterChef?, ¿le gustaba cocinar?

Siempre me gustó cocinar, desde que tenía 9 o 10 años, cuando era muy hiperactivo. Me levantaba a las 06:00 o 07:00 a hacerme mi propio desayuno, porque me moría de hambre y porque me gustaba esa parte de preparar, mezclar ingredientes y probar.

Eliminó a Sergio, el Heladero, de la competencia. Con él y José Pacheco era con quien más mantenía amistad. Ahora los vemos hasta haciendo video, ¿todo bien entre ustedes?

Claro que sí, porque Sergio es mi amigo. Pero él y yo teníamos claro cómo es el juego... Igual me sentí mal, sí me afectó, porque pasábamos todo el tiempo juntos, y más que por aprender de Sergio y sus preparaciones, lo extrañaba cuando nos olvidábamos de la competencia y compartíamos entre panas. Mi intención nunca fue que se vaya, pero así es el juego.

En el reality mencionó que tiene trastorno ansioso depresivo y que solo se acordaba antes de tener 6 años, ¿cómo fue manejar tanta presión y diversas situaciones en el programa?

Difícil, aunque yo creo que depende de cómo vas a la competencia, la configuración mental, porque puedes ir a disfrutar de la competencia o a enfocarte en solo ganar (...) Vas de 1 a 100 en cuestión de emociones. Cuando había nervios, Susi Hidalgo y yo meditábamos antes de entrar a cocinar. Medito todos los días, sino la ansiedad me mata. La primera semana no lo hice y me sentí cargado, ansioso, era un caos. Meditaba en los espacios que teníamos en el canal, me ponía mis auriculares y empezaba. Esa era mi única forma para cocinar bien, para estar relajado, porque no quería que la experiencia se me volviera tormentosa, sino disfrutarla.

Yilda Banchón dijo en una entrevista con EXTRA que era muy difícil fingir alguien que no se es en el programa y que todos terminaban mostrándose reales

Hay retos específicos que indagan más en la parte humana. La cocina son emociones (...) No todos se mostraron tal y como son. Hay unos que pueden conectarse con su realidad, de cierta forma también van al show porque tienen una agenda mediática y no solo porque saben cocinar, sino porque saben que es el show más visto del país y es una gran oportunidad de exposición. Hay personas que tienen proyectos futuros, no diré quiénes, pero la gente se da cuenta. Ellos se muestran de una forma para impulsar su imagen, y la gente se dará cuenta quiénes no fueron 100 por ciento reales.

Volverá a la actuación o continuará realizando videos en donde muestra su trabajo con las figuras a escala (modelismo)

La cuestión es que la actuación me consume bastante tiempo. Si estoy grabando una producción o algo son mínimo 14 horas, y pueden ser varios días a la semana. Si hago teatro son varias horas de ensayo durante 2 o 3 meses, más los horarios de funciones que se complican. Dije que este año iba a descansar de la actuación, porque actué como 3 años seguidos sin descanso (...) Desde que empezó Enchufe.TV actuaba cinco días a la semana 14 horas, eso hasta el 2017, además de viajar, hacer teatro, es jodido; de cierta forma se vuelve monótono. Últimamente no hay proyectos interesantes audiovisualmente en Ecuador, entonces las cosas que me han presentado son una copia de Enchufe.TV, y no me interesa porque me parece mediocre. No me interesa actuar en ese tipo de proyectos. El teatro me encanta, pero lo que pasa es que todo el tiempo es comedia, a la gente le cuesta verme en algo que no sea comedia, y está bien, se respeta. La actuación me gusta mucho, no sé si es mi pasión, pero el arte sí lo es. No me decido específicamente por una rama, pero pienso que es sano darme un descanso de la actuación para extrañarla.

Por eso su decisión...

También porque me quiero dedicar a hacer el contenido de lo que hago (modelismo). Les cuento algo, noté que la gente insiste en decir: “Raúl, danos recetas”, “Raúl, cocina”, “Raúl, pon un restaurante”. Y no. Participé en MasterChef pero no soy chef, no es mi sueño estar en la industria de restaurantes. Me dicen que lo hago bien, pero el hecho de que hagas algo bien no quiere decir que te vas a lucrar de eso, no es una obligación hacerlo. Si eres bueno en algo, disfrútalo.

¿Cómo o en dónde aprendió a hacer modelismo?

Es una gran técnica para liberar estrés, ansiedad y depresión, es dejar el teléfono para conectarte con el mundo real de vuelta (...) Hago modelismo desde que tengo 6 años. Es que desde chiquito era hiperactivo y mis padres me daban plastilina porque mi psicólogo les dijo. Veía algo que me gustaba y lo hacía con plastilina, entonces mi papá me compró mi primer modelo que fue un avión. En mi adolescencia no tenía dinero para comprar eso, y los tallaba en madera, los pintaba o los hacía en papel. Toda mi vida lo hice, armo edificios, aviones, barcos, y paré de hacerlo en 2010 cuando ingresé a estudiar cine y audiovisual.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!