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Farándula
¡La primera Navidad sin Miguel Cedeño!
Durante cinco años venían celebrando juntos. Mariela Viteri, Marlon Acosta, Mauricio Altamirano y Rómulo Castro abren su corazón y envían un mensaje a su amigo, quien ya no los acompaña.
El vacío se agiganta en Navidad. Los corazones de Mariela Viteri, Mauricio Altamirano, Marlon Acosta y Rómulo Castro sienten la ausencia de Miguel Cedeño. Es la ‘cereza’ que le falta al pastel de amigos.
Antes eran cinco, pero el cáncer se llevó a Miguel, el pasado 28 de junio, dejando para estas fechas una silla vacía en la mesa y un constante aprendizaje para vivir con su ausencia…
La casa de Mariela ya no luce igual. La presentadora dice que hace falta quien les abra la puerta sonriendo y los reciba coreando “ven a cantar, ven a soñar, que ya llegó la Navidad”, mientras extendía los brazos para apapacharlos y conducirlos a la sala, que aunque no era su hogar, parecía y se sentía que sí.
Esa canción le causa una herida en el corazón a la animadora manabita, pues dice que parece retumbar en las paredes de aquella ‘guarida’ de amigos que aunque están repletas de luces y adornos navideños dorados, verdes, rojos y blancos, parece estar apagada.
Un sillón café ubicado en la esquina derecha de la sala era el preferido de la Cerecita, como era conocido cariñosamente Miguel. En ese lugar se desvelaba chismeando de temas de la farándula o simplemente de la vida, mientras se preocupaba por atender a sus amigos.
Él era el organizador de esos encuentros que se daban en tres ocasiones al año: Navidad, San Valentín y algún cumpleaños.
Mariela observa el sofá, toma aire para llenarse de valor y coloca un portarretrato de marco dorado, que mide 30 centímetros de ancho y 40 de largo, con la foto de su “gordito” como lo llamaba.
Con la voz temblorosa, Mariela empieza a narrar que desde hace cinco años comenzaron las celebraciones de manera oficial; en ese momento el timbre de la casa suena. Se trata del maquillador oficial y amigo de Miguel, Rómulo, quien luciendo un suéter verde y pantalón negro ingresa explicando que no sabía que ponerse, pues a la Cerecita siempre le gustaba verse regio y más en ocasiones especiales.
Su mirada de inmediato se desvía al cuadro que fue colocado minutos antes por Mariela. Lo agarra y le empieza a hablar: “Te extraño, sé que siempre tenías un deseo para mí y mi familia. Siempre fue todo para tu mamá y hermana. Sé que del cielo me cuidas, sabes que somos felices, y aunque ya no estás, seguimos siendo muy buenos amigos”.
Las lágrimas mojan el rostro de Mariela. Se emociona. Agarra el cuadro. Extraña a su amigo y confidente.
“Fuiste un amigo que me diste el corazón, extraño que me digas cada Navidad: ‘Marielita, ¿qué vamos a hacer?, dígame para organizar’”.
Seca sus mejillas y se levanta nuevamente para abrir la puerta. Mauricio y Marlon ingresan. Se pusieron de acuerdo para vestirse de blanco, al igual que Mariela. Querían que la paz reinara ese día y el color era esencial para ello.
Agarran unos chocolates de la mesa central de la sala y empiezan a rememorar que en marzo de este año fue la última vez que se reunieron en ese lugar, pues para ellos se celebró la Navidad en esa fecha y no en diciembre de 2021, ya que para ese entonces Miguel padecía de algunos dolores propios de su enfermedad.
“Olvidarte será imposible, siempre estarán tus recuerdos porque eres mi hermano. Trato de recordar la alegría que me dejaste, lo mucho que disfrutabas de la fecha, ya arreglabas tu casa para que luzca impecable y celebrar en familia. La Navidad será dura porque tu recuerdo estará siempre. Ya no me llamarás para saber qué haré. Cuídame y deséame lo mejor”, menciona Marlon mientras seca sus lágrimas y, a la vez, abraza el portarretrato.
Mauricio se acerca a Marlon y lo abraza, le indica que la Cerecita está bien y feliz, por eso le pide a todos que hablen en presente de Miguel, porque no le gustaba que estén tristes.
Mauricio también sostiene la foto de su amigo por más de diez años y la besa. Explica que ya es un ángel.
“Recordaré tus invitaciones a cenar, las llamadas en las madrugadas y las retadas en más de una ocasión. Te tengo un amor profundo y eso no se va a desvanecer. Estoy seguro de que Miguel les desea una feliz Navidad porque él cree en la magia de la Navidad, el estar juntos, perdonarnos y querernos”, finaliza.