Después de 30 años de hacer reír a niños y adultos con sus payasadas, 'Chicharra' decidió despojarse de su disfraz de payaso para dedicarse a ayudar al prójimo y predicar la palabra de Dios. En un vídeo que colgó en su cuenta de Instagram se lo ve frente a un espejo quitándose el maquillaje. El comentario que acompaña a la grabación dice, "creo que tendré que despedirme de mi personaje 'Chicharra' que me acompañó por muchos años. Dios tome el control de mi vida y haga así voluntad conmigo".

Aunque desde hace 18 años profesa el cristinanismo, la decisión de alejarse de su colorido traje la tomó luego de pasar 26 días confinado a una cama luchando contra el virus del Covid-19. "Dios me sanó. Luché contra la muerte. Cuando estuve postrado en cama, Él me rescató y me dijo que saliera a predicar su mensaje en los buses, pero como no puedo hacerlo, me dedico a ayudar a la gente", comentó José Espinoza, quien cuenta que nació en Guayaquil, hace 48 años, en un circo del cual sus padres eran parte de los espectáculos. Ella hacía un número de altura y él era el payaso, también conocido como Chicharra.

Debido a la pandemia y a la falta de contratos, 'Chicharra', quien además se desempeñaba como anchor del programa Pelucas y Postizos, se ha visto obligado a incursionar en el comercio. Vende desde zapatillas hasta verduras. Cuando no realiza esa actividad se dedica a la fundación Cristiana Solidaria Circense, de la cual es miembro junto a otros 80 payasos, cuya misión es llevar alimentos a quienes más lo necesitan.

"Si Dios decide que siga sirviéndole como payaso, entonces seguiré haciendo shows cristianos y llevando su mensaje a los eventos o sino seguiré como José Espinoza predicando su palabra", sostuvo el artista circense, cuyo hijo siguió sus pasos y se hace llamar 'Chicharra Jr'.