La noche del miércoles 2 de abril, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal declaró en emergencia al cantón Santa Ana a las 22:22, luego de que intensas lluvias provocaran el colapso de varios sectores urbanos y el desbordamiento de quebradas en las zonas altas.

El agua descendió desde las montañas a través de los esteros Visquije, Chamucame, Taína y Bonce, principales afluentes del río Grande lo que ocasionó una anegación comparable con el fuerte invierno de 2017.

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El deslizamiento de lodo y sedimentos ha taponado el sistema de alcantarillado, agravando la situación en los barrios afectados.

La declaratoria de emergencia 

El alcalde de Santa Ana informó que la declaratoria de emergencia, adoptada tras reuniones sostenidas desde las 20:00, permitirá agilizar la contratación de maquinaria y la ejecución de acciones inmediatas en el territorio. Aclaró, sin embargo, que esta medida no implica una entrega directa de recursos económicos.

Desde la madrugada del 3 de abril, equipos de 14 cantones de Manabí se han sumado a las tareas de limpieza con gallinetas, tanqueros y volquetas, en un esfuerzo conjunto para recuperar la ciudad.

¿Qué sucede con Poza Honda? 

En cuanto a la situación del embalse de Poza Honda, el alcalde descartó un desborde o riesgo inminente. Explicó que la Empresa Pública del Agua ha ejecutado una descarga planificada, ya que el nivel del embalse superó los 106.5 metros sobre el nivel del mar, permitiendo el paso controlado de una delgada lámina de agua por el vertedero.

Finalmente, hizo un llamado a la calma y resaltó la importancia del trabajo conjunto: “Es un invierno muy fuerte, pero con actitud positiva y esfuerzo saldremos adelante. Hoy empieza el proceso de limpieza y reconstrucción en nuestro cantón.”, exclamó.  

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