José Luis Rodríguez Vera, de 23 años, tenía apenas cinco meses de haber salido de la cárcel. Había retomado su vida como albañil y le prometió a su madre que no volvería a involucrarse en problemas, que solo quería tranquilidad.

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Sin embargo, su deseo de una nueva oportunidad no se cumplió. La tarde del 1 de abril, fue brutalmente asesinado a tiros en Bastión Popular, al norte de Guayaquil. Rodríguez Vera tenía antecedentes penales por robo, tráfico de drogas, asociación ilícita y porte de armas.

Su familia aún no asimila lo sucedido. Un allegado relató:

"Había salido de la cárcel y nos llamaron a avisarnos que a él y a su amigo los habían matado. Estaban conversando, sentados en una esquina, cuando llegaron los sicarios. Eran cinco hombres armados que se movilizaban en motocicletas. Nosotros le aconsejamos que cambiara, que se alejara de los problemas, pero no nos hizo caso. Era el menor de cinco hermanos".

La otra víctima del ataque fue Pedro Pablo Litardo Sánchez, de 32 años, quien también tenía antecedentes por tráfico de drogas y robo. Tanto él como Rodríguez Vera habían estado recluidos en el Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil, conocido como la Penitenciaría del Litoral o simplemente "La Peni".

Una ejecución a sangre fría

Las autoridades llegaron al lugar y encontraron 39 vainas percutidas y cinco balas deformadas de calibre 9 milímetros en la escena del crimen. La brutalidad del ataque dejó en claro que se trató de una ejecución premeditada.

Fuentes policiales indicaron que el distrito Pascuales, donde ocurrió el hecho, ha registrado 114 muertes violentas en lo que va del año, lo que representa un aumento de 51 casos en comparación con el mismo periodo del año anterior.

"Moradores aseguraron que las víctimas se dedicaban al consumo y expendio de sustancias sujetas a fiscalización, lo que refuerza la hipótesis de que el doble crimen podría estar relacionado con disputas entre bandas delictivas", indicó una fuente policial.

Mientras tanto, familiares y vecinos lamentan la pérdida de dos vidas más en un barrio donde la violencia no da tregua.

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