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Farándula
Nathalie Carvajal se quedó... ¡Con ganas de darle su tatequieto a Carolina Jaume!
Nathalie en Turquía no encontró un hombre para amar, pero sí a Karr Llenes, en quien dice halló una verdadera amistad, hasta el punto que se la tatuó
Avergonzada, pero no arrepentida. Así dice Nathalie Carvajal que se siente, por los episodios de escándalo y peleas que protagonizó en el reality turco El poder del amor 2.
La pelirroja confiesa a EXTRA que aunque no es de andar dando puñete, sí tuvo deseos de darle su merecido a Carolina Jaume por andar siempre achacándola.
Quiere más
La experiencia que vivió en Turquía le gustó tanto que estaría dispuesta a repetirla, por lo que no descarta volver para la tercera temporada.
“Me di cuenta que los realities son mi fuerte. Me encantó”, declara, aunque no logró su propósito de encontrar el amor.
“El hecho de que no haya vuelto con una pareja no significa que no la encontré. Pienso que me enamoré y conviví con personas maravillosas, de eso también se trata el amor”.
Respecto a Fredito Mathews, el puertorriqueño con quien parecía que se estaba entendiendo, declara que su sexto sentido le advirtió que por ahí no era el asunto. “Eso no iba a durar”.
En cambio con Karr Llenes, la argentina conocida como DJ Karr, declara que halló una verdadera amistad.
“Si no encontré el amor en un hombre, lo encontré en una mujer. Karr es una chica igual que yo, con los mismos principios, jodona, sin prejuicios. Nos tomábamos una cervecita afuera del departamento, en la callecita, o en el parque y la pasábamos muy bien”.
Tanto así se entendieron que hasta se la tatuó en el brazo.
“El nombre de ella es pequeño y en un determinado momento lo puedo cubrir con un corazoncito, pero el mío es más grande, tendría que tapárselo con un camión”, añade.
Odio y amor
Una de las situaciones que se le critica a Nathalie es el hecho de que en el show tenía broncas con Carolina Jaume, pero afuera se iban de farra y todo era amor y paz.
“Lo juro, todo lo que pasó con Carolina fue real, nada fue armado. A ella la quiero y la odio, sería hipócrita si dijera lo contrario, pero creo que es más el odio que el amor”.
Aunque explica que hizo su mayor esfuerzo, no pudo mantener una buena comunicación con su compañera.
“Es súper difícil compartir con ella. Es muy chismosa, afloja todo, suelta algunas mentiras... las personas que saben como es me darán la razón”.
El episodio más fuerte entre ellas se lo vio la semana anterior, cuando fuera de control parecía que ya se la sonaba.
“Me tuvieron que agarrar, sino la golpeaba, en buena hora que fue así”.
Cuando vio las escenas en las redes sociales cuenta que lo lamentó.
“Me sentí avergonzada, pero no arrepentida. No soy agresiva, nunca le he pegado a alguien, pero me arrepiento de no haber ido con más fuerza y haberla empujado, por lo menos”.