El rechazo que recibió durante su etapa estudiantil, llevó a la tiktoker Meliza Yumisaca a pensar que seguir una carrera universitaria era una pérdida de tiempo y de dinero. Incluso, el dolor de tanto bullying (acoso) la hizo renegar de sus orígenes y hasta de sus padres.

A pocos días de recibir su título de comunicadora social, la influencer nacida en Colta, provincia de Chimborazo, comparte con los lectores de EXTRA su felicidad por este logro. Cuenta cómo la discriminación, lejos de vencerla, la fortaleció.

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“Si Dios lo permite, en la tercera semana de noviembre ya me gradúo, algo que me tiene muy contenta, porque para mí fue muy duro poder estudiar, cuando había compañeras que me decían india apestosa, que vaya al mercado a vender papa y mote, que ese era mi lugar y no la escuela”, recuerda Meliza.

Sonriente, sigue contando que, si bien es cierto ella es de Colta, cuando tenía una semana de nacida, su familia se trasladó a Guayaquil, por lo que creció según las costumbres y la vida de la Costa.

“Me afectó tanto que renegué de mi cultura, de mi vestimenta, de mi dialecto, negué a mi mamá, a mi papá, fue superfuerte el miedo al rechazo y al qué dirán que ni siquiera usaba mi vestimenta”.

Pasó del sufrimiento en la escuela y colegio al temor por estudiar Comunicación. “Pensé que sería una pérdida de tiempo y de dinero, porque si seguía una carrera nadie me daría trabajo por ser indígena, en la televisión hay puras chicas blanquitas y rubias, nadie con anaco como yo”.

Fue entonces que por sugerencia de un primo quiso ingresar a la Policía Nacional, pero por dos ocasiones no lo logró, por situaciones médicas. “Fue una frustración”.

Para rematar -añade- su mamá enfermó de gravedad y tuvo que ser operada.

“Mi mamá me suplicaba llorando que use mi anaco, me decía que valgo mucho y que estudie. Yo le pedí a Dios que si la curaba, cambiaría. Una semana después, ella se restableció; yo dejé los miedos, volví a usar mi ropa característica y dejé de renegar de mi vida. Desde ahí sé que Dios existe”.

A partir de ahí se rodeó de artistas y profesionales de Chimborazo que la motivaron a estudiar Comunicación.

Gracias a un profesor que enviaba los trabajos por un canal de YouTube, Meliza comenzó a abrirse camino en lo digital. “Entramos a la pandemia y todo fue un despegue que me motivó a abrir mi canal de YouTube, lo empecé a trabajar y fui monetizando. Luego en TikTok hice público muy rápido, seguí con Instagram, que antes solo subía un videíto por ahí; y este año entré a Facebook”.

Con más de un millón de seguidores en TikTok, la creadora de contenido es ahora una estrella en redes. “Todo lo que he conseguido es un logro muy grande, por ahí hay gente que critica cuando celebro hasta lo mínimo que hago, ellos no saben el sacrificio que me costó empezar de cero”.

A su novio Luis, con quien tiene dos años de noviazgo, lo conoció cuando hubo una emergencia en su casa y él acudió en su auxilio. "Él e seguía en las redes y después de eso nos empezamos a tratar. Es humilde, apoyador, un poco difícil para él fue entrar a este mundo porque no tenía nada que ver con las cámaras y las redes sociales. Yo le digo 'Poli Poli' y ahora hasta hace contenido conmigo".

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