Jennifer Castro es una guayaquileña de 32 años, madre de un hijo, conocida en la comunidad de TikTok por sus sensuales y atrevidos videos. Desde ahí, y de la noche a la mañana, saltó al mundillo farandulero convertida en la rival de Marián Sabaté.

De la joven se dice que es una empresaria, pero en esa red social no luce esa faceta, y solo se la ve en la playa, bailando o en conciertos. Ella es la causante de que la presentadora eliminara de un solo toque, en las redes sociales, toda su breve historia de amor con Ulises Paz, de 31 años, y que cancelara la boda. Se quedó con el anillo de compromiso en mano y con los planes de un matrimonio de ensueño en un castillo en España.

Aunque Paz y Castro eligieron ir a Colombia y luego a México para tener un efusivo encuentro, no quedó oculto y todo salió a la luz para desdicha de la enamorada Marián, de 56 años.

El novio viajero no contó con que su joven acompañante, fanática del TikTok, subiría vídeos donde se los ve en un cariñoso jugueteo en el mar, con baile y toqueteos incluidos.

Aunque el hombre negó en el programa Los Hackers de la farándula haber sido infiel, y que con Jennifer solo son amigos, en una especie de justificación añadió que Marián ya lo había terminado.

Fue la propia Marián Sabaté quien, este miércoles 26 de abril, lo desmintió en el mismo programa, ya que dijo que cuando él se pegó su escapada con Jennifer Castro, ellos seguían juntos.

“Estoy sorprendida, no lo puedo perdonar”, contó la presentadora.

Si quedaba alguna duda de la infidelidad, tras ver las fotos y vídeos, Sabaté confesó que fue la exesposa de Paz quien le envió la grabación de una videollamada que él le hizo, donde se lo veía con Jennifer.

La rubia admitió su culpa por precipitarse en esta relación. “Anduvo dos años atrás mío, pero supe que también hacía lo mismo con Carolina Jaume y Mafer Pérez”.

Insistió que no tuvieron problemas, por lo que los planes de boda seguían.

“Me dijo que se iba a Colombia por trabajo y aparece en México, no se comunicó por varios días, además dijo que no tenía teléfono”, acotó.

“Él merece que se sepa lo que pasó, que le saqué la máscara”, dijo muy dolida la reina de la prensa rosa.

“A ella (Jennifer) no le guardo rencor, no puedo hablar mal de una mujer. ¿Qué le habrá dicho para convencerla? Con ella no tengo ningún problema”.