Stalin Fuentes es un joven bloguero e influencer que vive en Shushufindi, provincia de Sucumbíos. Hace videos de humor cotidiano y se lo conoce con el seudónimo de La Recarga.

Cuando tenía 18 años trabajó en un canal local. Ahí daba las noticias, transmitía películas y cumplía otras tareas que requería el espacio televisivo. “En ese tiempo me dieron la oportunidad de presentar deportes en el noticiero y me dijeron que haríamos un programa para jóvenes sobre música”, relata.

La idea era entrevistar a personas ligadas en el aspecto musical, conocer su historia y complacer al público programando sus videos favoritos. Lamentablemente, el canal cerró, pero Fuentes le pidió al dueño que le permitiera usar el nombre del espacio de TV y, desde entonces, se bautizó como La Recarga, en redes sociales

Hoy, a sus 27 años, Stalin labora en una ferretería de Shushufindi. “Hago de todo: desde ventas hasta acomodador de los materiales. El dueño es muy buena persona y le gusta mi otra pasión, la de las redes sociales”.

Su historia en lo digital comenzó hace cinco años, haciendo videos humorísticos para la plataforma YouTube. Sin embargo, esta requiere mucho tiempo para elaborar contenido de calidad y muchas restricciones, lo que hizo que Stalin la dejara.

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Pero él aprovecha los jueves para grabar sus videos que tienen mucha mayor acogida en el Facebook, espacio virtual en el que tiene poco más de 15 mil seguidores.

¿Qué es lo que hace? Stalin explica que realiza videos que hablan del día a día en Shushufindi y en Ecuador. Son trabajos que abordan cosas que pasan con la familia, en el trabajo, el colegio, con la novia, con la ex... Y con cada filmación intenta arrancar una sonrisa a quienes lo siguen en sus redes.

“Al principio no tenía la acogida deseada, pero con el tiempo se ha ido apreciando lo que hacemos”, detalla.

Stalin cuenta con un grupo de amigos que le ayuda en sus realizaciones. “La verdad, no cobramos ni pagamos, porque lo hacemos por el amor a esta profesión”, asegura.

En cada reunión se lanzan las ideas a las que darán forma con cada actuación, algo que Stalin lo ha hecho por pura afición. “No he seguido ningún curso, pero sí quisiera aprender”.

No descarta trabajar en alguna producción nacional (cine o TV) y que su sueño de actuar en las ‘grandes ligas’ se haga realidad.

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