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Farándula
‘La fuerza’ de los Star Wars guayacos
Fans de la famosa saga en Guayaquil crearon Orden 66 para compartir su gusto por la saga. Visitan frecuentemente Solca, donde comparten con los niños.
Son profesionales y estudiantes universitarios guayaquileños quienes tienen un mismo interés: la pasión por Star Wars, la saga cinematográfica de culto creada en 1977 por George Lucas.
El impacto que causó en ellos ese universo galáctico los llevó, en octubre de 2016, a formar Orden 66 Ecuador, una agrupación en la que amigos, fanáticos y coleccionistas de Star Wars comparten sus gustos y aficiones.
Más que hobby
Orden 66 Ecuador la conforman 20 miembros que, además de compartir su hobby, realizan exposiciones, charlas temáticas y labor social en hospitales, fundaciones y albergues.
El nombre lo tomaron de una de las películas, en la que se pide ejecutar la orden 66 para exterminar a los Jedi, cuenta a EXTRA Ricardo Moreira, ingeniero agrónomo de 37 años, presidente del grupo.
“Analizamos varios nombres y de broma dijimos ese, nos gustó, activamos las redes sociales y nos escribió el presidente de Orden 66 de Italia para felicitarnos. Ahí nos enteramos de que con la misma denominación existían grupos en México, España, Chile, Indonesia y China”.
Luego de esa conexión, explica que surgió la amistad y entre todos conforman Orden 66 Internacional.
Poco a poco
La mayoría de los integrantes de la agrupación pasan de los 30 años y crecieron con las películas de la famosa saga.
“Las vimos desde niños en el cine, después en Betamax y en VHS. Ahora es más fácil verlas por streaming de Disney Plus. Las recordamos como las primeras películas de nuestra niñez”, comenta Moreira.
Con el paso del tiempo han logrado una colección de más de 200 piezas entre libros, cómics, juegos de mesa, figuras de acción, cascos, trajes, etc.
Entre los objetos más preciados tienen una figura de acción firmada por Harrison Ford, muñecos originales sellados en sus cajas, así como la colección de botellas exclusivas de cola, que lanzaron los parques temáticos de Disney Star Wars: Galaxy Edge.
“Tenemos una figura de Darth Maul firmada por su actor Ray Park, a él lo conocimos en un ‘Comi Con’, en Chile. Hay una réplica del casco derretido de Darth Vader, una réplica tamaño real de Hans Solo congelado en carbonita, cómics firmados por su autor... son tantas piezas increíbles que coleccionamos”.
Con las estrellas
Los fanáticos están pendientes de todo cuanto acontece con la saga, viajan a otros países a exposiciones y hasta se han relacionado con actores de las diversas películas.
“El español David Santana vino a la celebración de los 40 años de Star Wars, ahí lo conocimos y mantenemos contacto. También con Claudio Aboy, que ilustra los pósteres de la saga; Dominic Pace y al actor del pequeño Boba Fett, quien es nuestro miembro honorario”.
Dinero propio
Todas las actividades y objetos de colección de Orden 66 son financiados por sus integrantes, explica Ricardo Moreira.
“Nos financiamos con el dinero de cada miembro, tenemos un fondo que aportamos mensualmente que nos permite acudir a las exposiciones, realizar visitas a instituciones, albergues y hospitales. No cobramos por nada”.
Uno de los lugares que visitan con frecuencia, indica, es Solca (Sociedad de Lucha contra el Cáncer), donde comparten especialmente con los niños.
“Les llevamos nuestra pasión por Star Wars y los hacemos pasar un momento de alegría, en medio de todo lo difícil que están viviendo”.
Orden 66 estará compartiendo con otros fanáticos hoy, de 10:00 a 12:30, en el Museo Municipal de Guayaquil, donde se realiza una exposición en homenaje al Día Mundial de Star Wars.
¡No le agradan los fans de Star Wars!
Curiosamente a lo que se pudiera creer, Ricardo Moreira detalla que Harrison Ford, quien interpreta a Hans Solo, no es muy fan de los seguidores de Star Wars, pese a ello, los integrantes de Orden 66 lograron que el actor les firmara algunos objetos, cuando estuvo de paso por Guayaquil con destino a las islas Galápagos.
“Sabemos que Harrison Ford no es muy fan de los fanáticos de Star Wars, pero igual nos arriesgamos y fuimos al hotel. Estuvimos hasta la madrugada y no lo vimos, luego volvimos al amanecer y lo encontramos saliendo, nos miró y pasó de largo, pero ya para entrar al carro como que se arrepintió, dio la vuelta y vino hacia nosotros”, comenta.
Fue ahí, explica, que accedió a firmar su figura y otras piezas, saludó a algunos de los fanáticos, dio media vuelta y se fue con cara de pocos amigos.