El mundo del vallenato se viste de luto con el deceso de Egidio Cuadrado, reconocido como el rey del acordeón y uno de los más grandes exponentes del folclor colombiano. Su talento y carisma lo convirtieron en una figura emblemática, tanto en Colombia como en el extranjero, dejando un legado imborrable.

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Nacido el 26 de febrero de 1953 en Villanueva, La Guajira, Egidio Rafael Cuadrado Hinojosa comenzó su andadura musical con la canción "Así soy yo" de Rafael Zuleta, un hito que marcó el inicio de su carrera a los 25 años, como lo recuerdan medios de comunicación de Colombia. En este sentido, a lo largo de su trayectoria, Cuadrado se destacó no solo por su virtuosismo en el acordeón, sino también por su capacidad para fusionar el vallenato con otros géneros, lo que le valió un reconocimiento en los Latin Grammy de 2021.

Su participación en la icónica serie "Escalona" en 1991 fue un punto de inflexión en su carrera. Y junto a Carlos Vives, formó durante décadas una de las duplas más queridas de la música latina, logrando éxitos que transformaron la percepción del vallenato y lo acercaron a nuevas audiencias. Cuadrado no solo fue un acompañante; su habilidad y creatividad enriquecieron cada producción, convirtiendo su acordeón en el alma de la música que interpretaba.

Según lo recuerda en portal web Infobae, a pesar de su profundo amor por el vallenato, Cuadrado confesó en varias ocasiones que también sentía una fuerte conexión con la música ranchera, revelando su versatilidad como músico. En entrevistas que cita dicho medio, el acordeonero compartió que en sus inicios se sentía más atraído por las rancheras, un testimonio de su apertura a diversos estilos.

La colaboración entre Cuadrado y Vives resultó en varios álbumes memorables, entre ellos "Clásicos de la provincia", que rinde homenaje a los grandes del vallenato y presenta temas que se convirtieron en clásicos. Sus interpretaciones de "La gota fría" y otras canciones icónicas resonaron en los corazones de muchas generaciones, redefiniendo el género.

Egidio Cuadrado también era conocido por su cercanía con los relatos del maestro Rafael Escalona, a quien homenajeó en múltiples ocasiones. Según Carlos Vives, Cuadrado tenía un cuaderno lleno de letras que evocaban las historias y emociones del maestro, lo que refleja su profundo respeto por las raíces del vallenato.

En una emotiva reflexión, Cuadrado describió su acordeón como su razón de ser, afirmando que sin él sería imposible vivir. Su música lo llevó a escenarios internacionales, desde el rey de España hasta audiencias en Europa y América del Norte, consolidándolo como un verdadero embajador del folclor colombiano.

A lo largo de su carrera, recibió numerosos galardones que atestiguan su compromiso con la música y su legado. Desde premios Latin Billboard hasta un Grammy, cada reconocimiento subraya su impacto en la industria y su devoción al folclor.

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