Para quienes se preguntaban qué hace Carolina Jaume participando en un reality de influencers sin ella serlo, en el segundo programa de ‘Desafío a la fama’ quedó bien clara la respuesta.

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Casi todo giró en torno a la “reina” como se denomina ella, porque hay que reconocer que fue la que salvó la noche, aunque sea por el ‘pito’ con Arianna Mejía. De los abrazos de ‘las comadres’ y lávame los pies de la primera noche, pasó a los insultos y cuestionamientos por la cercanía que tiene la esposa de Troi Alvarado con el colombiano Sebastián Tamayo, a quien la Jaume lo tiene en la mira desde el primer momento.

Las redes se dan un banquete con la Jaume y su actitud en el show, pero ya se sabía que algo así sucedería con ella.

Por otra parte, se sigue sin entender su formato. De ser una mezcla de La Casa de los Famosos, Gran Hermano y El Poder del Amor, como que se está asemejando más a este último. Se sigue esperando una definición, con fundamentos y objetivos a cumplir para entender mejor el programa. La votación la hace el televidente, pero ¿basado en qué se elige al mejor influencer? 

Se sabe que la producción anda en ‘corre-corre’, revisando y corrigiendo los errores que se cometieron al inicio.

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