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Dicapo y Eddie Chiang se unen para cantar villancicos: "Crecimos con boleros"
Los hermanos tienen como tradición ‘camellar’ juntos en época de Navidad. El amor a la música viene de su padre
Llevan el amor por la música en la sangre. Los hermanos y artistas Dicapo y Eddie Chiang aprovechan la época navideña para realizar presentaciones de villancicos por el país. Aunque este año faltó uno de ellos, Gino, aseguraron que estará presente en la cena navideña, ya que es una costumbre familiar.
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Esta tradición nace como influencia de su padre, Eddie Chiang, quien, a pesar de ser médico, solía cantar en shows durante su tiempo libre. Gracias a él, los hermanos crecieron rodeados de boleros y pasillos. Desde niños lo acompañaban en el escenario; en el caso de Dicapo, su primera vez fue a los 5 años. “Es el legado. Para nosotros es bellísimo poder disfrutarlo y disfrutar la música con él. Nos regaló esta forma de conectarnos como hermanos y con la gente, crecimos con boleros y música de los 80”, mencionó Dicapo.
Lo que no les falta a los Chiang: música
Para ellos la Navidad es sinónimo de música y comida. “Aunque parezca cliché, no imaginamos la Navidad sin música. Cuando uno de nosotros no puede acudir a la cena, nos llamamos para que sepa que hace falta y que lo tenemos presente. Tratamos de hablar de lo que hemos vivido durante el año, las canciones que mejor nos salieron en los conciertos y las que nos gustaría hacer para Disney. Nos invade la nostalgia”, explicó Eddie.
“Es verdad que somos muy ‘Disney’ en Navidad. Nos gusta cantar villancicos y esas cosas nos llaman la atención desde niños. En nuestro espacio tenemos nuestro momento de recuerdos”, añadió Dicapo.
Unos ñaños críticos
Entre risas, revelaron que son muy críticos entre ellos, ya que buscan la perfección en cada presentación. Si alguno comete un error al cantar, el otro se lo hace saber de inmediato, especialmente en el caso de Dicapo, quien es solista y divide su carrera entre España y Ecuador.
“Somos muy críticos, pero nunca de forma pesada. Lo hacemos para mejorar cada día. Nos reímos de esos errores, incluso durante la cena”, señaló Eddie.
“Tratamos de ser perfeccionistas. Mi papá ensayaba durante meses antes de un concierto y nos transmitió esa responsabilidad de hacerlo igual. Aunque lo adaptamos a nuestra manera, sentimos esa necesidad de dar siempre lo mejor”, justificó Dicapo.
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