Bianca Guadamud tiene 12 años y es una de las pocas niñas que a esa edad no está conectada a la música urbana o el reguetón. En menos de un año ha dejado a todos con la boca abierta porque canta pasillos, música rocolera, valses, boleros y más a ritmo de guitarra. Le pone sentimiento y se gana los aplausos.

Comenzó haciéndolo en varios sectores del cantón Santa Lucía. Todo inició cuando fue a un concurso y se animó a cantar, al igual como lo hacía en su casa. Ella vive en el recinto San Pablo.

Al inicio su mamita, Mónica Quimís, trató de buscarle una profesora para que le enseñe a cantar, pero no había el dinero. Luego empezó a hacerlo sola y su tío Rodolfo Plúas le indicó cómo debía ir modulando la voz.

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Su amor por la música rocolera se apoderó de su vida. Ella se aprendió algunas canciones y comenzó a ensayar. Luego vinieron los hermanos Lamilla y Villamar, guitarristas que vieron el talento de la pequeña y le dieron su apoyo.

A pocos meses comenzaron a llegar las invitaciones y en menos de un año el sueño comenzó a tomar fuerza.

Se ha presentado en las radios Cristal, La Tuya, El Conde (de Laurel), Activa (Santa Lucía) y Tecno Las Cañas (Lomas de Sargentillo). Ha estado en los famosos balconazos y hasta ha recibido placas de reconocimiento.

Bianca canta todas las ‘pepas’ del pentagrama nacional, pero su fuerte son las de Ana Lucía Proaño, Jenny Rosero y Paulina Tamayo. “Esas canciones me parecen espectaculares, siempre las canto, cuando hay balconazos me invitan y lo hago, es algo que me hace feliz”, manifiesta la pequeña.

EL GRAN SUEÑO

Tiene un sueño gigante, cuando sea grande quiere ser como Ana Lucía Proaño: “Ella canta hermoso, es mi inspiración, canta con el corazón y hago lo mismo”, expresa Bianca, quien tenía un hermano que falleció hace dos años y en la casa a él le gustaba el reguetón e improvisaba música.

Cuando se le pregunta por qué ella se inclinó por la música nacional, a pesar de que en la actualidad las chicas de su edad andan con el reguetón encima, responde sin dudar: “porque es la mejor del mundo”.

Ha grabado varias canciones y gracias a las redes sociales en Estados Unidos localizó al autor ecuatoriano Washington Ortega, quien le ha escrito canciones a varios artistas como Jenny Rosero y Clarita Vera. “Él ha sido un impulso en su carrera, pues le ha dado letras y pistas para grabar”, dice su madre, quien es su primer fans.

FIESTA

Para Bianca cada fin de semana es una experiencia musical. Ha comenzado a salir de su recinto y las invitaciones llegan, espera tener el respaldo del público como hasta ahora se lo han dado, pues para ella cantar música nacional es algo que la hace feliz, mientras suenan las cuerdas de la guitarra.

“La música ecuatoriana me gusta, soy una agradecida de Dios en lo que me está pasando”, dice la niña de la rocola.

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