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Los conjuntos con blazer o chaquetas son sus preferidos en la actualidad.Freddy Rodriguez

Asesores de moda hablan del cambio de look de Mafer Vargas

Los vestidos de brillos, abiertos y con transparencias, quedaron en el pasado. La alcaldesa del cantón Simón Bolívar renovó su clóset y ahora el estilo formal y seductor la acompaña.  

Adiós a los brillos, escotes provocativos, transparencias y la ropa sexy. La alcaldesa electa del cantón Simón Bolívar, María Fernanda Vargas, renovó su clóset. Ahora luce seriecita, formal, con más ropa y menos coqueteo.

Los jeans, blusas de telas y blazer son sus nuevos aliados en el vestir; incluso, son pocos los zapatos de taco que aún conserva, pues los tenis blancos le dan la comodidad necesaria para cumplir con su agenda de actividades diarias.

Su inmersión en la política y su elección como alcaldesa hicieron que la imagen seductora de Mafer baje de intensidad y la combine con un estilo formal.

“Ahora es tenis, sacos y tacos cuando lo amerita la ocasión. Haré un cambio total, ahora utilizaré puros conjuntos”, explica Vargas a EXTRA sobre su cambio de look.

Aunque el cambio va siendo parcial, pues en un video promocional de turismo por carnaval, publicado el pasado 18 de febrero en Twitter, ella luce un short y blusa corta que resaltan su buena figura, sin llegar a mostrar mucho. En otros videos, donde expone su labor previo a posesionarse como alcaldesa, luce trajes largos al cuerpo y escotes sin excesos.

Asesores de imagen hablan del cambio de vestuario que Vargas está viviendo. 

Andrea Astorga / Consultora de imagen 

“Cada persona tiene un estilo definido, en este caso, ella tiene un estilo seductor, que se lo puede llevar a uno formal. Quizá su cambio drástico tiene que ver con el replantear su imagen política, porque obviamente por ser tan seductora puede haber mucha gente hablando de su vestuario. Creo que no debería de cambiar completamente, porque si le gusta utilizar otro tipo de ropa puede ponerse una falda ceñida al cuerpo o tipo lápiz que muestra su figura”.

Como ejemplo de cambio de imagen política cita a la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, quien cambió su ropa formal y, al parecer, eso no le gustó a la gente.

“Al tener un cargo político es importante que se ajuste al código de vestuario. Creo que ahora está muy bien asesorada (...) Es importante darse cuenta que no hacer un cambio de look acertado puede traer consecuencias”. 

Alejandra Paredes / Asesora de modas   

“La ropa y el estilo es la manifestación de nuestra personalidad, por eso es necesario que cuando los adquirimos vayan de acuerdo con ella. En este caso, no significa que vaya a dejar sus escotes o vestidos, ya que dependerá del lugar a donde vaya (...) Pude notar que ella era muy sexy y glamurosa, pero puede ajustar lo formal a sus gustos, utilizar tonos azules, el verde y un toque rojo, porque es autoridad. Si se niega a utilizar ciertas prendas está quitando su estilo”.

Alejandra dice que no es necesario quitarse los brillos o las prendas ceñidas. Para ella, no está bien regalar toda su ropa, sino aprender a combinarla y seguir utilizando lo que le gusta. 

José Hidalgo / Asesor de imagen 

“Nuestro vestuario siempre tiene un mensaje que transmitir, es decir cada una de las prendas que seleccionamos transmite un mensaje. A través de nuestra ropa podemos generar credibilidad y un mensaje de tener mayor confianza, dependiendo lo que queremos lograr; obviamente, debemos entender que es un mensaje de primera impresión, pero luego nuestras palabras, acciones y aptitudes complementan el mensaje inicial”, explica.

José cree que un político no debe ser siempre formal, porque marcaría una distancia con el pueblo; pero tampoco muy casual o vestirse demasiado sexy, porque generaría otro mensaje. “En el caso de Mafer, era una obligación regalar sus prendas, porque su imagen no iba con este nuevo cargo y actividades, pero al ser una figura pública, antes de este cargo, tampoco puede distanciarse de lo que era antes. Es una mujer guapa, que ya el público conoció con una vestimenta, por eso su transición de vestuario debe ser gradual, porque luego va a tener un problema de comunicación y la gente no se va a identificar”.