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Farándula
Amparo Guillén: El emotivo último adiós de Lupita
Los fans dejaron sus trabajos por rendir homenaje, su hija Ana María dijo que su madre eres pura energía y vida
A Adriana Cruz y Francisco Beltrán no les importó trasladarse una hora en bus desde la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, hasta el Palacio de Cristal. Querían despedirse de su Lupita, la actriz Amparo Guillén, que fue velada en ese sector del malecón del Puerto Principal.
Y es que Adriana no solo era una fanática más. Recuerda que cuando ella era joven, Amparo Guillén fue su “jefa” por varios días, cuando le cuidó una casa en General Villamil.
Y ahí estaba la persona a la que admiraba, cubierta con la bandera de Guayaquil, y como buena actriz, a un costado un teléfono haciendo un ‘en vivo’, mientras la canción ‘Almas gemelas’ de Gilberto Santa Rosa sonaba de fondo.
Era el adiós de la actriz, cantante y presentadora. Unos venían por Amparo; otros, por Lupita.
En primera fila estaba Ana María, su hija, que llegó de Estados Unidos. Nos dijo que ella no tenía por qué hablar, porque la famosa era su madre. Sin embargo, su rostro cambió cuando le dijimos que éramos de EXTRA. De inmediato se secó las lágrimas y nos dio un fuerte abrazo. “El EXTRA era parte de la vida de mi madre, se amaban. Ella amaba al Diario y ustedes la amaban a ella. Con Silvia Mata (exreportera de este medio) eran grandes amigas”.
A Ana María le contamos que atrás estaba la señora Adriana Cruz, que había venido desde tan lejos. Entonces se fundieron en un abrazo eterno y las lágrimas rodaron por sus rostros entristecidos.
Adriana le confesó a la hija de Lupita que cuando era joven le había dicho que su idea era casarse con su ‘hijo’ Felipe (Oswaldo Segura). Las lágrimas se fueron y aparecieron algunas risas fugaces. Minutos después llegaron dos chicos, estudiantes de teatro de Lupita, y el llanto regresó.
Ana María dijo: “Eso era mi madre: era energía, era vida, era lo que ustedes hablan de ella”. La hija estaba sorprendida del cariño de la gente, pues muchos dejaron sus trabajos y casas por darle el último adiós a su madre.
Otro fan llegó, esta vez desde Los Samanes. Se trataba de Víctor Rodríguez, de 32 años. Cuando era pequeño veía series y novelas y quería observar por última vez a Lupita, pero no se podía, la caja estaba cerrada. Sin embargo, eso no le impidió hacerle una reverencia, firmar la hoja de quienes asistieron y llorar como señal de último adiós.
Esta es la gente que amaba a Amparo Guillén, quien para ellos puede ser Lupita o la animadora de ‘Arriba las mujeres’ (SíTV), ‘Despiértese con nosotros’ (TC Televisión), ‘Rojo rosa’, o la actriz de ‘Pecado’, ‘Los que vendrán’, ‘Dulce tormento’, ‘Archivos del destino’ o ‘Departamento 69’.
UN ABRAZO ETERNO
Héctor Garzón, el entenado ‘cabezón’ de la serie, dejó escapar una lágrima. “Agradecido del público de parte de ‘Mis adorables entenados’. En realidad el Ecuador vio en nosotros una familia. Lupita era entregada a su público”, dijo.
Luego se abrazó con la actriz Sandra Pareja. Se quedaron frente a frente y la ‘virola’ trató de secar las lágrimas con sus dedos; al rato sonrieron, pero luego lloraron de vuelta. El recuerdo de su amiga, de su hermana de profesión, está vivo.
Héctor le confesó a EXTRA que la última conversación con Lupita fue sobre el tema de la muerte. “Hablamos de quién sería el primero que recoja el Señor. Nosotros ya estamos en la fila de quien se va. No podía ni imaginar esto, ella es parte de nuestra vida”, relató Garzón.
Mientras que su hermano Andrés dice que el amor de la gente a su ‘madre’ Lupita se debe al cariño que le puso ella a su profesión. “Es el resultado de un trabajo hecho con amor que se llevaba a las casas”.
‘Almas gemelas’ suena más fuerte. Es el adiós de Amparo Guillén, una actriz que hizo de ‘Mis adorables entenados’ una serie que era tendencia. Y eso que en esos tiempos no había redes sociales.
Wilson Muñoz, que se fue hace 20 años a Estados Unidos, también se hizo presente. Quiso decirle adiós a una de las artistas que veía en el televisor blanco y negro que tenía.
La gente seguía llegando, tocando el féretro y saliendo. La vida sigue, pero Amparo se queda en el corazón de su gente, donde siempre estuvo. Al final, las palabras de su hija quedan retumbando: “Mi madre era energía, era vida”. El martes 17 de diciembre es el adiós de la eterna Lupita.
Llegaron sus fans de varias partes de Guayaquil a darle la despedida a la actriz en el Palacio de Cristal del malecón. Estuvieron todos sus ‘entenados’ en el último adiós.
¿AMPARO GUILLÉN O AMPARO COELLO?
Carlos Jácome, quien se dedica a la limpieza en Guayaquil, entró al Palacio de Cristal. Quería ver las hojas de asistencia del velatorio, pero se llevó la sorpresa de su vida. Recién se enteraba de que su actriz favorita no se llamaba Amparo Guillén.
En las hojas decía “En memoria de Amparo Coello Manzanares”, por lo que preguntó dónde estaban velando a Amparo Guillén, creyendo que estaba equivocado.
No entendía lo que pasaba, porque en el lugar estaban muchos actores y actrices de la serie ‘Mis adorables entenados’, así que ahí debía de ser.
Luego le explicaron que era la misma persona, que su nombre artístico era Amparo Guillén, pero que su cédula decía Amparo Piedad Coello Manzanares.
Al final dijo: “Para mí será por siempre mi Lupita del alma”. Cosas de los fans que tenía la actriz, que fue velada ayer en el Palacio de Cristal y luego en la Sala de Descanso de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, donde permanecerá hoy hasta las 17:00. Después de ello será el sepelio, en una ceremonia privada.