A Doña Delia, mejor conocida como La abuelita de la tienda, se le cumplió su deseo de Navidad, poder tener una prótesis dental que le permitiera sonreír con seguridad.

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Para complementar su nueva y radiante sonrisa, el dueño de la clínica odontológica que realizó la obra social, contrató al personal de una gabinete de belleza para que le cambiara el look.

La diferencia fue abismal. Le aflojaron y peinaron el cabello, la maquillaron, le colocaron pestañas postizas y sus labios quedaron delineados. Su cara de felicidad lo decía todo.

“El doctor David Michalón llegó hasta su tiendita y quiso colaborar con ella. La llevaron a la clínica y se dieron cuenta de que le faltaban muchas piezas dentales. Le colocaron prótesis removibles inferiores y superiores. Se está adaptando poco a poco a llevarlas, porque es un proceso”, comentó Jefferson Almache vocero de la clínica.

Doña Delia, quien se dedica a la venta de caldo de salchicha y a atender su pequeña tienda, en el sector de la Juan Montalvo, se ha convertido en un personaje de redes sociales, incluso ha grabado para un par de marcas.

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Todo el procedimiento odontológico duró tres semanas y tiene un costo aproximado de setecientos dólares. “Viene Navidad y ella dijo que quería tener sus dientes nuevos para esa época”, comentó Almache.

¿Quién es 'La abuelita de la tienda'?

En abril de este año, la señora María Delia, más conocida como La abuelita de la tienda, grabó su primer video viral en TikTok, gracias a la ayuda de su vecino, el creador de contenido llamado Pansito. Sin embargo, no fue hasta que colaboró con la amiga de él, la mexicana Alebamaaa, que la popularidad llegó a su vida.

Desde un pequeño negocio que ocupa gran parte de la sala de su humilde casa, ubicada en el sector de Juan Montalvo, al norte de Guayaquil, esta abuelita cuenta a EXTRA que nunca pensó que sus expresiones causarían tanta aceptación entre la gente.

En sus filmes, llama la atención que atienda a sus clientes con una mirada que juzga e incluso respondiéndoles algo chistoso y cortante.

“Me han venido a ver muchos influencers, incluso de Cuenca. Le agradezco a Dios, nunca pensé en ser lo que soy ahora. Todo el mundo me dice ‘abuelita’, me dicen que soy de TikTok, y eso me hace feliz, me hace sonreír”, comenta doña Delia.

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