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Yaguares, una oportunidad para romper barreras
El club que trabaja con deportistas con capacidades especiales es auspiciado por Banco Guayaquil. La campaña 'Cada vez más cerca' es un gran soporte
Cumplir una labor social en Ecuador mediante un deporte que tenía pocos adeptos era una utopía en 2008, pero un año después el sueño se comenzó a hacer realidad gracias al trabajo de Juan Marín, un español que se enamoró de esta tierra, al punto de adoptar la nacionalidad, formar su familia y consolidar al rugby como una herramienta para ayudar a personas con diversos grados de discapacidad.
Un ejemplo de aquello es Erika González, cuya vida vida cambió desde agosto de 2019.
Con 24 años y 52% de discapacidad intelectual, su paso por varias instituciones apenas le había permitido sobrellevar el problema con el que nació, pero fue en Yaguares donde encontró la forma de ir "un poco más allá".
El rugby le ha permitido a Erika hablar con notable fluidez.
"Me ha ayudado en muchas cosas, como la salud y la mentalidad. Estar aquí me ha cambiado bastante. Incluso en una etapa tan difícil como la que estamos pasando (por la pandemia), entiendo que juntos podemos salir adelante, apoyarnos, mejorar en nuestras debilidades, esforzarnos un poco más. A mi me detectaron mi discapacidad intelectual en el año 2009 y, aunque en las otras instituciones donde estuve me ayudaron, puedo decir que fue aquí donde encontré la motivación que necesitaba para entender que puedo estar al nivel de cualquiera", afirma.
Un auspicio importante
Marín resalta la importancia del apoyo que el Banco Guayaquil le dio a su trabajo, y que ellos han devuelto con resultados, ya que ganaron un torneo femenino en Máncora, Perú, en enero de 2019.
La pandemia alteró la agenda, pero no la meta.
"Como mucho, inicialmente pensamos que esto no era tan largo y nos detuvimos un par de meses, pero me puse en contacto con otros clubes argentinos, chilenos y españoles y comenzamos a ver la posibilidad de entrenar vía Zoom. Ahora tenemos 152 deportistas, pero trabajamos con 130 porque no todos tienen los sistemas (computadora o celular) para hacerlo. Practicamos dos veces a la semana, como mínimo, la idea es no perder el contacto con ellos", acota el español.
Para estos chicos que normalmente mantenían un estilo sedentario, el deporte representa un 80% de su nueva vida, de allí la importancia de mantener la vinculación, aunque sea por medios virtuales, apuntando a su gran sueño, el Mundial de Rugby Inclusivo, que se debía realizar en el mes de junio en Irlanda, pero que la pandemia obligó a postergar, posiblemente para el año 2022.