Y pensar que el hombre que nos asegura por ahora en el repechaje a Catar 2022, y nos deja con toda la posibilidad de clasificar de manera directa en los dos próximos partidos ante Paraguay y Argentina, bien pudo ayer estar detrás del televisor siendo uno más de la hinchada.

Michael Estrada, el chico del Guasmo Sur de Guayaquil, cuando tenía 16 años recibió de su madre una frase que le cambió la vida: “Tú querías ser jugador y te quedas en Ambato, no te vengas, cumple tu sueño”. Y Estrada, anoche en el Estadio Nacional de Lima pasó a ser inmortal en la historia del balompié ecuatoriano. Su anotación pone a la Tri a ‘punto caramelo’ de su cuarta Copa del Mundo. Por ahora lo decimos en árabe: “Ahlan Catar”. Es decir, “Hola Catar”. Allá vamos.

Ni los brujos peruanos pudieron con lo que hizo el equipo de Gustavo Alfaro, que sumó 25 puntos... y ya estamos aprendiendo árabe. Es una locura del fútbol.

DE ENTRADA

¿Y qué hizo Estrada? Hizo la fácil: aprovechó la única llegada que tuvo Ecuador en los primeros 45 minutos. Apenas empezaba el juego, Félix Torres se mandó una asistencia de esas que tienen magia, de las que te dicen que viene algo bueno. Pelota al área y ahí estaba Estrada, listo para la cita con la vida, para dejar su huella para siempre, entró y gol.

Corrían solo 1’49 minutos y goooool del Michael, el mismo chico que en 2016 pensó que era broma que lo llamaran a la selección absoluta. Aquella vez, el ahora goleador de la Tri pensó que era un chiste de don Manuel Estrada, su padre, quien escuchó en la radio que lo habían convocado. El jugador creía que solo era un sueño.

Aquella vez contó: “En la mañana me llama mi papá para decirme que está seguro de que me llamarán a la Tricolor. Me reí y le digo que es un buen sueño”. Por cierto, a Estrada en sus inicios en el barrio lo hacían jugar de defensa, pero lo bueno es que después se hizo delantero y anoche el Ecuador aprovechó esa ubicación.

Es el mismo Estrada al que en el Guasmo Sur le decían Fideo, por lo flaquito que era.

Tras su gol, el Estadio Nacional de Lima era un funeral. Todos veían cómo el 11 de Ecuador alzaba los brazos. Tan temprano la Tri estaba ganando y clasificando.

En el segundo tiempo la adrenalina protagonizó un festival de nervios y emociones en los ecuatorianos. A los 69’, los peruanos se olvidaron del susto y lograron el empate gracias a Edison Flores, que puso el 1-1.

A los 79 minutos salió Estrada y entró Jordy Caicedo.

Nunca olvidaremos que en Lima nos acercábamos al Mundial, con el gol de un chico que lleva cinco anotaciones y cuando jugaba en Macará de Ambato varias veces estuvo cerca de tirar la toalla. Pero ahí estaba su madre, quien le decía que iba a ser un grande en el fútbol.

De ‘pelado’ jugaba en Patria, de la Segunda Categoría. Luego fue a Macará, Independiente del Valle, El Nacional y Toluca de México.

El delantero ecuatoriano volvió a encontrarse con el gol y Ecuador sumó 25 puntos. Ahora la Tricolor buscará en dos partidos poder clasificar de manera directa a su cuarto Mundial de Fútbol.