Luis Miguel Escalada llegó a Ecuador en 2006 siendo un juvenil. Proveniente de Boca Juniors, se unió a Emelec y tuvo un buen desempeño. A sus 38 años dejó a un lado el fútbol. Aunque aún no se ha retirado oficialmente, está en su segundo año como gerente deportivo. Comenzó en Vinotinto de la segunda categoría de Pichincha, en 2023, y ahora es el gerente del Deportivo Cuenca, en tiempos difíciles.

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-¿Qué te motivó a hacer la transición de jugador a director deportivo?

-Cuando decidí dejar el fútbol me di cuenta de que tenía dos opciones que me gustaban: ser director deportivo de algún club o empresario de jóvenes talentos. Empecé en lo empresarial, pero no me gustó el ambiente, así que decidí optar por ser director o gerente deportivo.

-¿Cómo fue tu preparación?

-Hice cursos por Zoom en Argentina y fui aprendiendo cómo manejar las cosas desde el exterior, más allá de estar dentro de la cancha.

-¿Cómo fue tu primera experiencia en Vinotinto?

-Franco Oliva, amigo y dueño de Vinotinto, me pidió que lo ayudara a hacer crecer su proyecto. El año pasado estuve allí y pudimos hacer un buen trabajo.

-¿Y tu llegada al Cuenca?

-La oportunidad se presentó porque se fue el director deportivo. Cuando tuve la chance, no lo dudé, ya que es un lugar donde estuve en dos etapas de mi vida como jugador. Me gustó el equipo y la ciudad.

-¿Todavía sientes ganas de entrar al campo y jugar?

-No, la verdad es que no extraño para nada jugar. A veces pienso que lo hubiera definido de otra manera, pero desde afuera no puedo hacerlo.

-¿Cuáles son las habilidades que adquiriste como jugador y que son valiosas en tu rol actual?

-Creo que lo más importante es ser sincero y buena persona. Eso me ha abierto muchas puertas. Pienso que el buen trato con los jugadores y el cuerpo técnico es clave para llevarles tranquilidad ante cualquier inquietud que puedan tener.

-¿Cómo manejas la presión en tu nuevo rol en comparación como cuando jugabas?

-El cargo que tengo implica tomar decisiones, y el tiempo dirá si fueron buenas o no. La presión siempre está en los clubes. Creo que, como dicen, desde afuera se sufre más porque ya no depende de ti, sino de otros (futbolistas, cuerpo técnico).

-¿Cuál es tu filosofía en cuanto a la formación de jóvenes?

-Ahí está el futuro de los clubes. Tuve la suerte de formarme en Boca; llegué a los 10 años y me fui a los 19. Conozco bien la formación y lo que hay que apoyar para que los jóvenes salgan bien preparados.

-¿Cómo manejas el tema del atraso de sueldos?

-Le dije a los chicos que el Cuenca siempre ha tenido este problema. No está bien, pero también ha sido, en parte, por el atraso de la cablera (GolTV, anterior dueña de los derechos de transmisión de la LigaPro). Tengo la ilusión de que, con la nueva cablera (Zapping), empecemos a acomodarnos y mejorar.

-¿Te ves trabajando en Emelec?

-Siempre evito prever el futuro (risas). Por ahora me veo trabajando durante años en D. Cuenca, que me dio la oportunidad.

-¿Y el debut como gerente deportivo fue ante Emelec en la primera fecha?

-A veces pienso que son coincidencias de la vida (risas). Como cuando me tocó hacer el gol 100 de mi carrera contra Emelec.

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