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Infancia de Justin Lerma: la pelota fue su único juguete
La promesa ecuatoriana, fichado por Borussia Dortmund, no cambia su barrio. Sus abuelos lo describen alegre, de buen comer y competitivo
A los 16 años, Justin Lerma demuestra una convicción innata en sus objetivos deportivos, pero dentro de casa sigue siendo un niño. El jugador de Independiente del Valle, adquirido por el Borussia Dortmund alemán, cambia su actitud cuando regresa a su natal Guayaquil.
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Durante las vacaciones, suspende las actividades en el Complejo de Alto Rendimiento del cuadro Rayado, en Sangolquí, para volver al Batallón del Suburbio, en la calle 24, entre la Q y la R, barrio donde hizo sus primeras cascaritas.
Sus abuelos, Carlos Solís y Carmen Quintero, junto con su hermana Valeska Lerma, pueden dar fe de ello. EXTRA conversó con ellos, quienes rememoraron la infancia de la promesa del Dortmund, diciendo que nunca pidió juguetes, ya que la pelota fue, y sigue siendo, su único amor.
“Yo lo reprendía porque ensuciaba las paredes. Era inquieto. Le decía que no molestara y no golpeara tanto la puerta para no ensuciarla. Siempre hacía sus deberes y luego se iba a jugar a la calle”, afirmó su abuelo Carlos.
El espíritu competitivo de Lerma se desarrolló desde pequeño, tanto que el adulto mayor aún le recuerda la importancia de saber aceptar la derrota. “Su mente está en ganar, ganar y ganar. Pero no siempre lo podrá hacer. Le digo que cumpla su función en el campo, porque los diez jugadores restantes tienen que poner también su granito de arena”, precisó.
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Pero no todo es fútbol. Lerma destacó y recibió varios diplomas por mérito académico en la escuela Dr. Jaime Aspiazu, aunque no le gustaba trabajar en grupos, como recuerda su abuela Carmen. “Sentía que podía hacer las cosas solo. No le gustaba trabajar en equipo ni con otros niños. La profesora siempre lo reprendía, pero a él no le importaba”, dijo entre risas.
Su hermana mayor, Valeska (18 años), vive aún en Guayaquil y resalta las cualidades de Justin como un chico “alegre, cariñoso con su familia; de buen comer, competitivo e inteligente” dentro y fuera de las canchas.
“En las cámaras se ve que ha forjado un carácter. La gente cree que por eso no tiene 16 años, pero habla como un niñito. Aún abraza a mi mamá (María del Carmen Solís), la besa y le pide comida”, acota.
Como hermano menor, Justin es celoso con su progenitora, más aún que no está comprometida, dice Valeska. “Conmigo se lleva muy bien. Tenemos una relación sana y conmigo no es celoso, pero con mi mamá sí”, agrega la señorita, quien sí reconoce que peleaba con su hermano porque “dejaba tirada la ropa sucia” y ella debía recogerla.
El fichaje del guayaquileño a la familia Lerma no le sorprendió. Valeska afirma que su hermano está destinado a cosas grandes, siempre “poniendo la fe por delante”.
Justin, quien estuvo convocado para el duelo por Copa Libertadores de Independiente del Valle ante Palmeiras (victoria 2-1 para los brasileños) no se ciega por el buen momento. Aspira a seguir ganando minutos con el equipo de primera para llegar mejor preparado a Alemania, donde se unirá a las filas del Dortmund en la temporada 2026-27.
Preferencias: Lerma se crio en cuna de familia barcelonista. Admira a Messi. Prefiere jugar a ver partidos de fútbol en la televisión. Su plato favorito es el arroz con menestra y carne frita.
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