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Increíble: Jhon Constante, de campeón mundial de potencia a pastor evangélico
En los años 80 jugaba béisbol por Emelec. Una lesión lo alejó de eso, pero lo convirtió en levantador de potencia, y desde el 2007 es líder cristiano
Eran los 80 y Jhonny Constante sufría una lesión en su columna. En ese tiempo jugaba en primera categoría de béisbol en Emelec. Lo que él pensaba que sería su fin en el deporte fue una bendición, porque con eso llegó a practicar levantamiento de potencia y fue siete veces campeón mundial.
En la actualidad su vida presenta un giro tremendo, ahora su ‘gimnasio’ es la iglesia Misionera Azriel, donde es el pastor principal.
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La vida de Jhonny Constante, ahora de 62 años, padre de cuatro hijos y siete nietos, ha tenido muchos tramos, desde la fama de ser campeón mundial hasta salir en la televisión en una publicidad por su parecido al arquero paraguayo José Luis Chilavert.
Cuando era beisbolista en un Clásico ante Barcelona, Constante se cayó, y el dolor de la espalda era tremendo. En vez de ir a realizar el trabajo en una clínica, lo mandaron al gimnasio de Eduardo Sánchez, un campeón nacional e internacional en levantamiento de pesas.
A los tres meses de estar trabajando en el gimnasio, en 1986, lo invitaron a participar en un torneo provincial y queda segundo, clasificando a un evento nacional, donde quedó campeón. Fue en ese momento que dejó el béisbol y se dedicó por entero al levantamiento de pesas.
El tiempo pasó y logró siete títulos mundiales en diversas asociaciones en Estados Unidos. Cosntante recuerda que en 1998 se coronó campeón mundial en Atlanta, un año después que Jefferson Pérez ganara en esa ciudad la medalla de oro de las Olimpiadas.
Ahora las medallas que trata de conseguir son las “almas que busca para Cristo”, el pastor tiene voz fuerte y se mueve en el púlpito de un lugar a otro, atrás quedó la fama del deporte.
CONSEJOS PARA LOS JÓVENES
Ahora aconseja a los chicos que quieran practicar este deporte, les dice que deben de tomarlo con responsabilidad, y se siente orgulloso de ver cómo la levantadora de pesas como Neisi Dajomes le dio a Ecuador una medalla de oro en Juegos Olímpicos.
“La fama y el dinero es pasajero, por eso le digo a la juventud que es bueno hacer deporte, pero que no se alejen de Dios”, dice el pastor Constante.
DEL GIMNASIO AL PÚLPITO
¿Cómo se lesionó?
Jugando béisbol el rival me cayó encima y me dañó la espalda.
De ser campeón mundial a pastor.
A los 13 años conocí a Dios y luego me descarrié, pasaron muchas cosas, duras, pero en el año 2000 entregué mi vida a Jesucristo, nada de lo que había conseguido me servía.
¿Tocó fondo?
A todo lo que pueda conseguir de manera material toqué fondo, pero yo nunca estuve en drogas. Después de tener dinero, me quedé sin él, sin amigos, y luego de ver un cuarto lleno de trofeos, Dios me dijo: ¿dónde están tus amigos?
¿Desde cuándo ejerce el pastorado?
Desde 2007 hasta ahora, es una obra de Dios, que ha sido muy bondadoso conmigo.
¿Y el gimnasio?
Todo ha cambiado, ya no levanto pesas, tuve una lesión en mi cadera, y me hicieron una mala práctica médica, ahora solo voy por cuidado físico.
Al ser campeón mundial, ¿pidió que el Gobierno Nacional pensión vitalicia?
Hice todo el trámite, pero quedé sorprendido cuando me dijeron que los eventos no eran oficiales. Pero salí del país, fui representando a la Federación Ecuatoriana de Levantamiento de Potencia, fue algo raro lo que pasó. Rechazaron mi solicitud.