La violencia se ha convertido en una trágica constante en la provincia de Manabí durante el feriado de Semana Santa. En los últimos dos años, al menos tres masacres han teñido de sangre esta fecha religiosa, dejando más de una veintena de muertos en tres cantones distintos.

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El episodio más reciente ocurrió antes de la medianoche del viernes 18 de abril en La Manga del Cura, zona rural del cantón El Carmen, al norte de la provincia. Un ataque armado en una gallera dejó once personas muertas, en uno de los actos más violentos registrados este año en el país.

Sin embargo, este no ha sido un hecho aislado. A estos once fallecidos los anteceden otras matanzas que sembraron el terror entre los habitantes de Manabí.

Viernes Santo trágico en Manta

El viernes 29 de marzo de 2024, la ciudad de Manta vivió una noche sangrienta. En el barrio La Pradera, cinco personas fueron asesinadas a tiros, entre ellas el militar en servicio activo René Ibujes.

Horas más tarde, en el barrio Abdón Calderón, sujetos armados a bordo de una camioneta abrieron fuego contra tres personas. Una de ellas murió en el sitio, mientras que las otras dos fallecieron en un centro de salud.

Ese mismo día, en el sitio Ceibo Renacer, en la zona limítrofe con el cantón Montecristi, otras dos personas fueron ejecutadas por desconocidos que llegaron hasta el lugar y dispararon sin piedad.

Los sacaron de un hotel en Puerto López

El viernes 29 de marzo de 2024, otra tragedia sacudió a la provincia. Un grupo de turistas procedentes de Pedro Carbo, en la provincia del Guayas, fue víctima de un ataque en un hotel del cantón Puerto López.

Se trataba de seis adultos y cinco menores de edad que habían llegado la tarde del jueves anterior a disfrutar del feriado. Sin embargo, minutos después de alojarse, alrededor de 20 sujetos armados irrumpieron en el hospedaje, los maniataron y se los llevaron.

A las 6:00 del día siguiente, la Policía recibió la alerta. Cinco menores de edad y un adulto lograron sobrevivir. Fue este último quien dio aviso a las autoridades, permitiendo la activación inmediata de los protocolos de búsqueda.

La ola de violencia que azota a Manabí, especialmente en fechas como Semana Santa, ha dejado a sus habitantes en constante zozobra. Las autoridades aún no logran controlar la escalada delictiva, mientras los crímenes siguen en aumento y la impunidad persiste.

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