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Los hinchas esperaron con lluvia y hambre a Messi
Los hinchas querían conocer a varias figuras del clasificado. Se observó a hombres, mujeres y hasta niños que deseaban darle “aunque sea la mano”.
Caía una ligera llovizna en Guayaquil y ni eso desanimó a los fanáticos de la selección argentina y de su figura más conocida, Lionel Messi. Más de 200 personas se habían convocado en los exteriores del hotel Oro Verde, en el centro de la urbe, para recibir al conjunto sudamericano antes de su partido frente a la Tri, ayer martes.
Algunos pasaron hambre y otros dolores musculares para conocer a los futbolistas. Entre los asistentes hubo varios que vinieron desde Tulcán, Milagro y hasta Argentina para saludar a uno de los invictos de las eliminatorias.
Varios estuvieron esperando allí desde las 17:00 del lunes, mientras que otros permanecieron en el aeropuerto desde las 07:00 del mismo día, pero el fanatismo por los deportistas no quedó allí para dos hombres que acudieron a este “evento único”.
Luis Rodríguez, venezolano de 38 años, llevará su amor por la albiceleste y sus jugadores hasta su ‘siguiente generación’. Este exmilitar, residente en Ecuador desde hace varios años, decidió llamar a su hijo Diego Lionel por “las dos estrellas más grandes del fútbol”.
Cuenta que desde siempre quiso bautizar a su primer hijo en honor a Maradona; sin embargo, cuando Messi emergió lo siguió como a Diego y lo incluyó en sus planes.
Su esposa, Elizabeth Ordóñez, dice que también estuvo de acuerdo con el deseo de Luis. “En realidad no esperábamos tener un bebé, pero era seguro de que así se iba a llamar” expresa con alegría.
Ella señala que en un momento de coraje le dijo que no inscribiría a su niño de cinco años como Diego Lionel, pero minutos después se arrepintió.
Luis resalta que no solo es aficionado de los futbolistas, sino también del deporte. “Es una pasión que lo mueve todo. No hay día en el que no vea fútbol”, comenta. Incluye que su sueño frustrado es convertirse en comentarista deportivo y que practica todos los días cómo lo haría.
En la piel
En la misma multitud estaba Álex Sánchez, de 25 años. Este abogado e hincha de Messi de vocación se tatuó a La Pulga en el gemelo de su pierna izquierda.
“Prometí que haría esto si Messi ganaba un título con su selección y me tocó con gusto hacerlo cuando el año anterior ganó la Copa América” expresa el joven.
Álex había ido hasta el lugar donde se hospedaría el 10 con un objetivo claro: que le firme el tatuaje. “Vine precavido. Traje tres marcadores por si se me daña uno”.
Junto a él estaba su padre, Alejandro, quien afirma haberlo llevado él mismo a tatuarse porque está “apoyándolo siempre”. “No soy el único, sus hermanas mayores también están respaldándolo siempre”, dice el padre de Álex.
El tatuaje lo lleva en su piel, pero las camisetas son otros recuerdos que guarda con mucho cuidado. “Solo me falta la última de Messi en el Barça. Tengo la del nuevo equipo, pero no me gusta esa plantilla y no me la pongo”, manifiesta entre risas.