Gonzalo Mastriani llegó en el 2019 a Guayaquil City. El delantero hizo 14 goles, pero mientras convertía se daba cuenta que el equipo que hacía ruido era Barcelona en Ecuador. En ‘voz baja’ se propuso en el 2020 hacer goles para que le ‘paren bola’ en el equipo torero.

El año pasado marcó 11 goles en LigaPro y el sueño estaba más cerca de vestirse de amarillo. Pero en los últimos meses comenzaron a salir las propuestas, una de ellas de Alianza Lima de Perú, luego del fútbol mexicano y una de Europa. Pero Mastriani sabía que llegaría al Ídolo, todo era cuestión de tiempo.

La parte económica ni se habló tanto, quería poner la firma de una y vestir de amarillo. Gonzalo dice que para jugar en el equipo canario se propuso una meta y la está cumpliendo.

Hoy es su tercer día de entrenamiento en el complejo de Galácticos, en Los Bajos de Montecristi.

Las ganas de jugar del Barba Negra son tan grandes que antes de que le diga algo o se lo pida el DT Fabián Bustos, ya lo expresó: “puedo jugar de nueve, falso nueve o doble nueve”. Fue claro en esto antes de que comience el show de que en Barcelona hay demasiados delanteros.

Tras el dorsal del 9

“Pedí el nueve en Barcelona. Es un número con mucha referencia y me gusta, no sé si me lo den, pero ese número me agradaría usarlo”, señaló Mastriani. Se lo darán para la temporada 2021.

Con el 9 le ha ido bien y a su edad busca la consolidación a nivel internacional, a través de la Copa Libertadores.

A un delantero siempre se le pide la cantidad de goles para la temporada, pero el uruguayo ha sido sincero y se ha sacado la ‘maleta del estrés’ que produce decir un número de anotaciones.

Él ha ido más allá de los goles, le ha dado como regalo a la hinchada un comentario espectacular: “Es difícil prometer goles. Sí prometo sacrificio, entrega y defender los colores a muerte en cada partido, ese es mi compromiso”, remarcó.

Y confesó cuál era su verdadero sueño y meta mientras hacía los goles con Guayaquil City. “Barcelona es el equipo más importante del país, cuando arribé a Ecuador mi objetivo era venir a Barcelona, sé la magnitud que tiene”. Hoy ya es una realidad.