Ni los campeones, Santa Bárbara, ni los subcampeones, Juvenil Oriente, recibieron tantos aplausos como Edelmo Moya en la Liga Barrial Bolivariana, al norte de Quito. El hombre, que recibió el cariño de todos, generó profunda admiración al llegar a la cancha ubicada en el parque La Carolina, pues se encontraba convaleciente en medio de un tratamiento.

“He estado recibiendo quimioterapia por un cáncer de estómago. Estamos en esa lucha tratando de salir adelante, tengo fe. El fútbol me da esa fuerza, yo vengo levantándome de la cama”, cuenta a EXTRA para intentar explicar lo importante que es el fútbol para él.

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Con 62 años, sigue siendo muy futbolero, y recuerda que todo empezó con su sueño de ser profesional, el cual consiguió hace cuatro décadas. “Mi vida es el deporte barrial, el fútbol es parte de mí, algo incomparable. Fui profesional jugando en el Técnico de Ambato, en los años ochenta, y después seguí en barrial, como muchos”.

Ya en medio de su difícil situación de salud, se había escapado para ver el paso a final de su equipo hace un par de semanas. Es que el Juvenil Oriente le llena de orgullo y así lo demostró, incluso en esta final perdida. “No se dio lo que esperábamos, pero me quedé más que agradecido con los muchachos, porque dejaron todo en la cancha”, dice.

Cuando él jugaba lo hacía en el medio campo como volante, por eso le fue fácil notar que justamente a su equipo le faltó un ‘cinco’ durante la final. Pero aún así se mostró contento al recibir la medalla del segundo lugar junto a sus jugadores, y en su diálogo con este medio valoró el hecho de haber jugado con cuatro juveniles ante un equipo de los más fuertes de esta liga barrial.

Don Edelmo no se llevó el título, pero sí el respeto de todos en la cancha. No paró de recibir abrazos y palabras de ánimo, mientras desde la tribuna sus parientes, conmovidos, esperaban para llevarlo de regreso a casa. “Aquí está toda mi familia. Desesperados, me dicen que mejor no salga, pero me acompañaron. Gracias a Dios tengo una familia muy buena”, finalizó el hombre.

LA TERCERA FUE LA VENCIDA

De gran alegría fue la jornada para Santa Bárbara, que buscaba un nuevo título para su historia, pero le había sido esquivo en las dos últimas finales disputadas, en 2021 y 2023. El mismo grupo de jugadores volvió a instalarse en esta instancia y todos llegaron con la ‘pica’ de las derrotas previas.

“Con dos finales consecutivas perdidas se nos tenía que dar ya. Habíamos perdido con Buenos Aires y después con Chupines en penales, en un partido muy disputado”, recuerda Juan Camilo Giraldo, uno de los más ‘veteranos’, quien es titular en el arco desde hace ocho años.

Al final, la victoria por 2-1 sobre Juvenil Oriente desató la algarabía de sus hinchas por conseguir la tan anhelada estrella.

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