El fútbol americano fue una de las disciplinas más golpeadas durante la pandemia de la COVID-19 en Ecuador; sin embargo, jugadores, dirigentes y aficionados intentan retomar la actividad de diversas formas.

Una de las consecuencias que sufrió este deporte fue la eliminación del campeonato nacional, en el que participaban 10 equipos de cinco provincias: Azuay, Guayas, Manabí, Santo Domingo y Pichincha. Ahora solo se realizan torneos provinciales.

“Tenemos la intención de volver al formato nacional, actualmente en Ecuador hay dos divisiones, la del sur y la del norte, que por cercanía y economía jugamos entre nosotros mismos, pero poco a poco queremos organizarnos para retomar el certamen nacional”, dice Paúl Solórzano, heat coach de Lobos de Quito.

La escuadra capitalina se consagró en tres de los cuatro certámenes nacionales que se realizaron antes de la pandemia. En el cuarto clasificó a la final, pero no la pudo disputar por la irrupción de la COVID-19.

Los clubes que habitualmente jugaban el torneo local eran Lobos, Berserkers, Titanes y Kraken en la división norte, mientras que en la sur: Caimanes, Bulldogs, Colorados, Troyanos y Cóndores.

Sin embargo, la crisis mundial por la pandemia afectó también a los equipos locales y, de acuerdo con Solórzano, Titanes y Kraken ya no existen y se está buscando la forma de conformar la plantilla de nuevos equipos para el torneo de la zona norte.

“En el tiempo de la COVID-19 muchos de nuestros jugadores se retiraron más que todo porque la economía estaba baja y era demasiado difícil continuar, tanto que llegamos a estar entrenando cinco jugadores”, señala Gabriel Gonzáles, representante del club Cóndores, el más antiguo de Ecuador, con 15 años de trayectoria.

Gonzáles añade que ha notado que “en la división norte hay más apoyo”, lo cual es positivo porque las personas están volviendo a enterarse de que hay fútbol americano en Ecuador. “Nosotros, por nuestro lado, no nos vamos a rendir porque creemos que podemos seguir desarrollando el deporte”, acotó.

Dentro de las acciones que los equipos están realizando para intentar resurgir al fútbol americano en el país, destaca la iniciativa de Solórzano de invitar, por tercera vez, al club Quetzales de México para que comparta sus conocimientos y experiencias

A la cabeza del grupo de 15 deportistas y entrenadores aztecas estuvo el heat coach Renato Ruiz, quien comentó que conocía cómo empezó Ecuador hace unos años, con poca gente y un balón, y que “ahora se ve que hay ganas de seguir mejorando” y que hemos dado pasos importantes.

“Se nota la organización de torneos, la preparación física y las ganas que ponen al practicarlo”, comentó el también representante del club que es una asociación civil en su país.

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En esto último coincide el técnico principal del White Sharks de Bogotá (Colombia), también invitado a la clínica, quien apuntó que “los gobiernos deben apoyar estas iniciativas y abrir más espacios para que los deportistas puedan practicar este deporte”.

En Colombia existe un campeonato nacional en las versiones de tacleo equipado, que es 11 vs. 11, la más popular en Estados Unidos; también tienen el flag (bandera), el 9 vs. 9 y una en arena. La idea en Ecuador es volver a jugar la modalidad 11 contra 11, con los equipos de ambas divisiones.

Otra de las trabas que afrontan los futbolistas nacionales es el nulo acceso que tienen a implementos e indumentaria en Ecuador, por lo que deben buscar en tiendas online del extranjero y eso conlleva a más del costo del producto un valor adicional por el envío. A su vez hay personas que traen la indumentaria y las venden a los jugadores.

Por ejemplo, un casco puede llegar a costar desde los $100, valor similar al de las hombreras, pero como señaló Paúl Solórzano “el límite es el cielo”. “Hay equipaciones muy costosas que usan los profesionales de la NFL, pero las que usamos acá tratamos de que sean buenas y no tan caras”, resaltó.

El primer paso para recuperar el campeonato nacional y disputar la quinta edición, la tienen en mente los equipos al organizar una final absoluta entre los campeones de la división norte frente a la sur y así poder avanzar en el camino hacia un nuevo torneo.

Otra de las afectaciones que tuvo el fútbol americano en estos últimos años fue el retiro de muchas mujeres que lo practicaban y que ahora se dedican al rugby, no obstante, María Fernanda Casqueti, quien juega de centro en Berserkers, es una de las excepciones y continúa con su pasión.

La jugadora comentó a EXTRA que la presencia de mujeres ha bajado porque “no hay una figura femenina; el liderazgo de una mujer y también a veces la familia no está de acuerdo en que nos golpeemos”, sonríe.

Todo lo contrario ocurre en México, donde incluso existe una liga exclusiva para mujeres y donde destacan jugadoras como Olivia Alvarado, de 51 años, quien lleva siete años actuando como centro o tacle derecho.

La futbolista mostró su preocupación por no ver al número de chicas que estuvieron el año pasado en el torneo provincial. “Nos desalentó mucho, pero les digo que no pierdan el ánimo y las que quieran jugar que lo hagan; es un deporte muy seguro”, apuntó la también presidenta del club Quetzales.

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