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Pepe Cebolla reaparece en una fotografía publicada en redes sociales: esta es su historia
Se inició en la radio en los 70. En los 90 y 2000 llegó a estar incluso en TV nacional. Ahora camina esperando a que sus amigos le den la mano.
El recordado Pepe Cebolla volvió a ser viral en redes sociales este 29 de mayo de 2023. A través de Twitter, un internauta publicó una fotografía suya y los comentarios no se hicieron esperar.
En la imagen se le ve deambulando por las calles de Guayaquil, apoyado en un bastón y con una bolsa de tela azul en sus manos.
"Pepe Cebolla pidiendo para sus remedios totalmente olvidado", escribió al pie de la fotografía el usuario de Twitter @caluito. Su tuit atrajo la atención y recibió cientos de comentarios solidarizándose con el hombre.
Pepe cebolla pidiendo para sus remedios totalmente olvidado por lo menos páguenle el seguro social @Caravana750 pic.twitter.com/7s7bUpZpbm
— CA⚡️U (@caluito) May 30, 2023
En agosto de 2022, EXTRA publicó una crónica en la que relató su vida después de la fama. A continuación compartimos la historia publicada en ese momento.
- ¡Fama y olvido de Pepe Cebolla!
Arrastra los pies al caminar. La ropa blanca sigue siendo lo suyo y el buen humor lo tiene intacto. Es Vicente Baren, mejor conocido como Pepe Cebolla, a quien se le hizo humo la fama y ahora vive en el olvido.
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Pepe Cebolla comenzó haciendo radio en los 70 y pasó por Radio Mambo, Fabulosa y Caravana. “La vida de la radio es linda, pero también ingrata; la gente se olvida de uno, pero yo nunca me olvido de ellos”.
Su personaje fue una creación de Pablo Aníbal Vela, El Rey de la Cantera, quien partió de este mundo en 2015. Poco después Baren casi lo alcanza en el ‘otro barrio’: un derrame cerebral casi lo mata.
Y a pesar de que ya dejó la silla de ruedas, ahora camina despacio, como si buscara a esas personas que alguna vez le pedían saludos, autógrafos y hasta lo trataban como una estrella. Necesita ayuda. En realidad fue una estrella fugaz.
El sábado cumplió 73 años. No había torta, pero caminaba por los pasillos de la Liga Barrial del Guasmo, al sur de Guayaquil, donde sus amigos le dan cualquier ‘cariñito’ económico. Lo mismo pasa cuando visita la Bahía, en el centro de la urbe porteña, o el mercado de la Caraguay.
LA FAMA
Pepe Cebolla no tiene sueldo y aunque hay días que no tiene nada en el bolsillo, él habla de la fama que un día ‘vaciló’. Sus ojos se nublan, las lágrimas se contienen y ríe. “La fama me ha dejado lo más valioso que puede tener el ser humano: amigos por todas partes. Amigos ricos, pobres, buena gente. Muchos de ellos me dan la mano ahora. Eso es la fama para mí”, dice.
Es una mezcla rara de la vida y lo que Pepe quiere es disfrutarla con lo que más le gusta: rodearse de la gente del fútbol.
A Baren, a quien nadie lo conoce por su nombre propio, cuando llegó a la televisión le tocó disfrazarse de una cebolla. Lo invitaban a muchas partes y su fama fue creciendo.
Antes de que las redes sociales existieran, Pepe Cebolla era tendencia todos los días, por las locuras o disparates que decía. Dice que si estas hubieran aparecido en su época, él sería un ‘influencer’ y que por lo menos tendría un millón de seguidores. Ahora no se lleva bien con la tecnología. Y es la ‘plena’, porque ni teléfono cargaba. Lo que sí llevaba consigo era una funda para ver si alguien le regalaba alguna cosa.
Es un agradecido de Dios, a pesar de que hay días que se hacen grises, pero recalca que a esos no les para bola. Con tal de que exista aire para respirar, él es feliz.
“Tengo 73 años. Vengo de un derrame cerebral, no tenía ni para una pastilla, pero el doctor Roberto Gilbert me atendió como un rey. Yo estaba torcido, en silla de ruedas, no hablaba. Pensé que me iba de este mundo, pero aquí estoy. La vida es bella”, expresa Baren, quien es padre de 15 hijos y tiene 49 nietos y 6 bisnietos.
Su relato termina. Entonces Pepe coge su camino y sus ojos brillan, mientras va saludando a muchos cracks, que lo llaman por su nombre de ‘guerra’.
Cuando usted vea a Pepe Cebolla por la calle, salúdelo y si puede dele la mano. Es un personaje del fútbol y la radio, sin fama ni dinero, pero con lo más valioso: amigos.