En los últimos 20 años Liga de Quito y Barcelona han protagonizado partidos que son recordados más por las polémicas, que por el fútbol demostrado. Y como ejemplo hay dos duelos que dejaron interrogantes en el balompié ecuatoriano.

Uno de ellos fue el que se dio el 8 septiembre de 2002, cuando el exárbitro Byron Moreno adicionó 10 minutos al encuentro; y el otro fue el que se disputó en mayo de 2006 y que culminó con una batalla campal, entre los jugadores de ambos elencos.

Sobre el duelo de 2002, el exjugador argentino Cristian Chaparro, afirmó que a ese lo recuerda “como si hubiera sido ayer”, pues ese día el gaucho estuvo en cancha defendiendo al conjunto canario.

Desde Guatemala, donde está radicado desde 2010, tras finalizar su carrera en el Aurora FC, Chaparro aseguró que nunca en su vida había visto que un árbitro adicionara tanto tiempo extra y que le pareció que a Barcelona, ese día, “le metieron la mano”.

Además, reveló que su salida se dio por culpa de su compatriota, el técnico Jorge ‘Indio’ Solari y que se quedó con las ganas de jugar más años en el Ídolo.

Junio de 2002 se da su llegada a Barcelona, ¿cómo fueron los detalles?

El presidente de ese entonces, Leonardo Bohrer, se había puesto en contacto con mi empresario. A mediados de junio de 2002 le comentó que estaba buscando un volante ofensivo, mi representante le habló de mí, que había tenido una buena temporada en Cobresal de Chile, que había sido campeón con la sub-20 de Argentina en el Mundial que se dio en Catar en 1995. Le gustó mi carpeta al presidente y en menos de quince días de iniciar las negociaciones ya estaba en Guayaquil firmando por el club.

¿Recuerda cómo fue su recibimiento en Barcelona?

Por parte de los hinchas muy bueno (llegó el 25 de junio de 2002). Recuerdo que hubo un grupo que me recibió en el aeropuerto, pero cuando llegué al entrenamiento, me pasó algo incómodo, ya que el técnico que estaba, Salvador Capitano, de entrada, me echó bandera negra. Me dijo que él no me había pedido y que se iba a dar una situación complicada conmigo, dándome a entender que no me iba a tomar en cuenta.

¿Qué le respondió usted?

Le dije: ‘Lo siento, acá estoy. Me trajeron al equipo, ya firmé contrato y me tendrá que aguantar (risas)’.

¿Tuvo miedo de no jugar?

No, la verdad que el presidente ya me había adelantado que el técnico no iba a durar mucho. Afortunadamente se fue a los dos días de mi llegada (risas).

¿Cómo fue su debut con Barcelona?

Fue ante Liga de Quito (4 de agosto de 2002). Ese día perdimos 2-1. Fue un buen partido, muy apretado, no merecíamos haberlo perdido. Lamentablemente mi debut no fue con un triunfo, como lo había esperado.

De los 21 partidos que pudo disputar con Barcelona, ¿cuál es el que más recuerda?

Además de los Clásicos con Emelec, sin duda el que jugamos en Casa Blanca, ante Liga de Quito (8 de septiembre). Lo recuerdo por la expectativa que había días antes, ya que Barcelona llevaba algún tiempo sin ganar en ese estadio (nunca ha vencido a Liga en ese escenario). Pero lo que más me hace recordarlo es la polémica que se dio, ya que el árbitro (Byron Moreno) adicionó de forma extraña 10 minutos.

¿Por qué cree que Byron Moreno adicionó tanto tiempo?

La verdad no sé, nadie entendía nada. Fue todo muy raro, a Liga lo teníamos bien manejado dentro del campo de juego. Pero por errores del árbitro, nos empataron y terminan ganando (4-3). Aún no puedo creer que eso haya sucedido, pues muy raro que cuando Liga nos hizo el cuarto gol se haya acabado el partido.

¿El árbitro influyó en el resultado?

Obviamente, nos metieron la mano al bolsillo. Antes del partido ya se venían hablando un montón de cosas sobre el arbitraje. Los compañeros del equipo tenían cierta desconfianza y pese a que no puedo comprobar nada, creo que sí hubo ‘mano negra’ en ese partido. La actuación de Moreno no fue normal, afectó al resultado.

¿Se quedó con la espina de no haberle ganado a Liga en su estadio?

Indudablemente, creo que ese partido merecíamos haberlo ganado. Recuerdo incluso que hice un gol. Pese a que el rival era fuerte supimos controlarlos. Lamentablemente no se pudo cambiar la historia y tengo entendido que hasta ahora sigue esa racha negativa para Barcelona (lleva 22 años sin triunfar en ese estadio).

Si se encuentra algún día con Byron Moreno, ¿le diría algo?

No le diría nada, porque ya nada puede cambiar lo que sucedió. Pero quedó muy claro que actuó de forma deshonesta, por haber manipulado un partido de esa forma. Creo que él no ha de estar tan feliz de ser recordado como un árbitro que tiene una mancha negra en su carrera.

Usted termina ese año como uno de los más destacados, ¿por qué se fue?

Me fui antes del tiempo que se terminara mi contrato (junio de 2003), por una decisión del profe Jorge Solari. No fue una buena jugada de él, ya que después de unos días de haber realizado la pretemporada me mandó a notificar que ya no iba a continuar en el equipo.

¿Cuál fue el motivo que le dio?

Ninguna, al inicio Solari se escondió, no me quería dar la cara. Quería que me explique el por qué no iba a contar conmigo, si mi contrato terminaba en junio de 2003. Tuve que obligar que se diera una reunión, para que me expliquen. Ahí Solari le expuso al presidente que ya había tomado una decisión y que lo mejor para el club era que yo no continuara.

¿Lo convenció esa explicación?

Para nada, definitivamente me di cuenta que el fin de todo era porque Solari quería meter a un jugador del club Renato Cesarini: Cristian Casado.

¿Se fue molesto?

Más que molesto, me fui triste, por la forma en que se dieron las cosas. Tenía mucha ilusión de quedarme en el equipo. Se venía una Copa Libertadores que la quería jugar. El equipo de ese año pintaba para grandes cosas, por las contrataciones que se habían hecho. Incluso tenía la ilusión de que Barcelona hiciera uso de la opción de compra de mi pase y quedarme varios años.

¿Luego de eso a dónde se fue?

Afortunadamente pude encontrar espacio en Audax Italiano, de Chile. Ese año el técnico era Claudio Borghi y como me conocía, me abrió las puertas.

Una vez fuera de Barcelona, ¿siguió pendiente del equipo?

Hasta ahora estoy pendiente. Pese a que luego de haber estado en Barcelona jugué en distintos clubes (10 más) siempre me mantuve al tanto de todo lo que pasaba en el club. Sé que un tiempo anduvo mal, sin conseguir algún título, pero me dio gusto ver en 2017 la campaña que hizo el equipo en la Copa Libertadores (el Ídolo se quedó en semifinales). Este año también me ha gustado lo que están haciendo en la misma Copa. Se arrancó muy bien, aunque en la fase de grupos no le ha ido como se esperaba (dos derrotas), pero creo que hay material humano para recuperarse.

¿Le gustaría volver a Barcelona?

Actualmente manejo una escuela de fútbol, que es una franquicia de la Juventus de Italia acá en Guatemala. Pero sería lindo volver allá, ya sea como entrenador o de alguna otra forma. Sería como cerrar algo que dejé inconcluso hace 18 años.