La árbitra ecuatoriana Mónica Amboya regresó ‘felizota’ de Colombia tras debutar en Copa Sudamericana, y no solo por esto, sino porque gracias a su buena actuación la Conmebol la designó para un segundo juego del mismo torneo.

Amboya, que fue asistente de línea en el primer cotejo, Millonarios contra Deportivo Cali, por la segunda fase de la competencia, el pasado 28 de octubre en Bogotá, le contó a EXTRA que en los 90 minutos tuvo que estar con las ‘pepas’ bien abiertas, puesto que era un cotejo (de vuelta) de clasificación (pasó Cali).

“Todo partido es importante, pero se nota mucho el cambio entre el fútbol femenino y el masculino. Tuve que estar muy atenta porque el juego fue muy disputado. Aparte de la intensidad y de que la velocidad con la que va el balón es más rápida. No podía ni parpadear”, dijo entre risas la ecuatoriana, que tiene la escarapela FIFA desde 2010.

YA SE REGRESABA

La réferi, de 38 años, viajó con la idea de estar en un solo cotejo y ya tenía hechas sus maletas para regresar a Ecuador, pero al día siguiente (29) le llegó la designación para un nuevo juego, el de Deportivo Tolima (Colombia) contra Unión La Calera (Chile), el pasado 3 de noviembre.

“Yo estaba ‘felizota’ porque me pusieron en partidos decisivos, en los de vuelta. Eso quiere decir que mi trabajo viene siendo bueno, más que todo por el bien del referato ecuatoriano”, dijo Amboya.

SE HIZO RESPETAR

La ecuatoriana tiene claro que en los torneos masculinos los reclamos de los jugadores son fuertes, pero ella los ‘doma’ en la cancha.

“Fueron efusivos, pero yo siempre fui respetuosa. Entonces, cuando se encontraron con mi tranquilidad bajaron las revoluciones. El fuego se combate con agua”, declaró la árbitra, que estuvo en el Mundial Femenino de Francia 2019.

LA SORPRENDIÓ

Amboya se enteró por WhatsApp de que iba a debutar en Copa Sudamericana. “Mi celular estaba apagado y cuando lo prendí tenía miles de mensajes de felicitaciones. Yo pensé que me había ganado la lotería”.