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Trinidad ama la música. Estudia para perfeccionarse en esa rama.Karina Defas

Trinidad Espinoza: ¡La voz que los despierta!

La niña le dio vida a la canción del gas hace cinco años. Algunos la quieren, pero otros no la soportan. Ella cuenta a EXTRA por qué la grabó.

Muchos en Quito han escuchado cantar a Trinidad Espinoza. Algunos aman la pegajosa canción que la niña interpretó por primera vez hace unos cinco años. Otros, incluso, prometieron “darle muerte” a la ‘dueña’ de esa vocecita aguda que anuncia la llegada del gas...

Quizá no imaginan que se trata de solo una nena, que por azares del destino cruzó por la sala de la casa cuando su papá, el músico y locutor Fabricio Espinoza, armaba un jingle para los distribuidores de esos cilindros azules, acusados de contaminación auditiva por su insistente pito.

“Le dije: ‘Trini, vente un ratito y canta esto’. Lo hizo a la primera”, describe el padre, consciente de que una voz infantil era la indicada para el trabajo.

Lo que sí no tuvo en cuenta es el impacto que la melodía generaría en la gente, sobre todo durante la pandemia, cuando los camiones repartidores recorrerían una y otra vez por la ciudad con la tonada a todo volumen.

Hoy, Trini tiene 13 años. Es una destacada estudiante de colegio y una hábil pianista y cantante. Le fascina la música, tanto como a sus padres. “Soy un poco más metódica. No entiendo cómo la gente arma cualquier cosa sin un manual. Yo primero necesito saber qué voy a hacer”, explica.

Para ella, ser la voz detrás de la conocida canción ha sido todo un reto. No hubo una sola reunión familiar a la que llegara algún invitado y le preguntaran: “¿Tu sabes quién es la niña que canta la canción del gas?”, para luego mostrarla entre aplausos.

“Ya estoy acostumbrada, pero al principio no me gustaba... Una vez, en un recreo, unos chicos más grandes me llamaron para decirme: ‘tu eres la niña de la canción del gas’ y yo -decía- no, cómo voy a ser yo”, rememora.

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Los padres de la niña (Evelyn y Fabricio) también se dedican al arte.Karina Defas

Actualmente, todas esas historias las recuerda con cariño y, especialmente, con mucha ternura.

Trini, quien nació en Chile, pero llegó a Ecuador desde que era una bebé, intenta perfeccionarse en la música. Por lo pronto, junto a su hermana mayor, Lynn, graban covers y los comparten en las plataformas digitales. “Trini tiene un oído muy especial y su voz es única”, dice su padre.

Toda la familia es un as para las artes. Incluso, durante los meses más agudos de la pandemia, compuso una melodía para los tíos, primos y abuelitos a los que no podían ver por la cuarentena. Todos participaron en ese tema, hasta Génesis -la mayor de las tres hermanas- que vive en Chile y es doctora.

Tal es la diferencia de edad de Trini con sus ñañas que la dinámica del hogar siempre funcionó como si la nena tuviera tres mamás. “Es por eso que ella tiene ese talento. Es como la versión mejorada de todos”, explica Gen, como la llaman en casa.

Durante años, los cincos integrantes del clan vivieron en el país de la estrella solitaria. Fabricio y su esposa, Evelyn Berrios, tenían un contrato con un lujoso hotel, en el que deleitaban a los huéspedes con sus voces. Cuando decidieron volver, Trini ya venía en camino. Así que esperaron hasta que naciera para viajar.