La obesidad no solo puede tener repercusiones negativas en la salud física, sino también en la salud sexual. Pérdida de autoestima y seguridad, escasez del apetito sexual por el exceso de grasa corporal, disfunción eréctil y respuesta sexual son algunos de los problemas enumerados por profesionales en sexualidad.

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El nutricionista Rodney Chóez, especialista de Omega Fitness Nutrition, confirma que el sobrepeso provoca una disminución en la circulación sanguínea, afectando la función eréctil en los hombres y la respuesta sexual en las mujeres. Además, indica que el exceso de grasa corporal reduce los niveles de testosterona en los hombres y aumenta los niveles de estrógeno en las mujeres, lo que contribuye en gran medida a la disminución del deseo sexual. Es decir, ni se ‘eleva’, ni te dan ganas.

Esto también afecta psicológicamente a las personas con esta condición, se pierde la confianza, ya que “al mirarnos al espejo, nuestra imagen corporal y autoestima desempeñan un papel crucial en la sexualidad”.

Chóez menciona que personas que padecen diabetes, enfermedad relacionada con la obesidad, también ven afectada su salud sexual, debido a que puede provocar un aumento en las infecciones vaginales por hongos en mujeres y, en el caso de los hombres, ocasiona impotencia.

La sexóloga cuencana Verónica Sempértegui, al igual que Chóez, sostiene que el sobrepeso puede ser perjudicial, pero se enfoca en que “a los hombres, el sobrepeso impacta en el período de latencia eyaculatoria, es decir, el tiempo entre la erección y la eyaculación. En el caso de las mujeres, puede alterar los ciclos hormonales y afectar el deseo sexual”.

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La doctora Sempértegui destaca que esta cuestión también tiene una connotación cultural. Explica que “en algunas culturas o regiones del planeta, las personas con sobrepeso pueden considerarse atractivas, pero en la nuestra (ecuatoriana), se prefiere la musculatura, lo cual podría afectar la autoestima”.

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