Tristeza que agobia por varios días, falta de disfrute, desánimo al hacer las cosas, cambios en el apetito, disminución o aumento de sueño, aislamiento de su círculo social, incluso la irritabilidad pueden ser algunas señales de que se está sufriendo de depresión.

Esta enfermedad afecta a unos 280 millones de personas en el mundo, y, según Denisse Tafur, médica psiquiatra y psicogerontóloga, puede ser diagnosticada en la niñez, adolescencia, adultez temprana o adultez tardía.

“Esta no discrimina edad, tampoco importa el estatus social”, sostiene la doctora. La depresión puede ocurrir en cualquier momento de la vida a cualquier persona, sea hombre o mujer. La puede enfrentar alguien muy exitoso o a quien tiene su vida aparentemente planificada.

Tafur resalta que esta afección a la salud no tiene una causa específica, sino que es multifactorial, es decir, que hay varios factores que pueden ayudar a desencadenarla.

Las hormonas juegan un papel muy importante. En la actualidad se estudia toda la interacción hormonal con la parte de la psiquis, con la neurológica.

Las causas de la depresión pueden ser biológicas, hay casos hormonales, pero hay situaciones del entorno que la pueden motivar, como una crisis, la muerte de un ser querido, algún tipo de trauma.

Secuela de Covid-19

Tras la pandemia de la COVID-19, según estudios, pacientes que han estado contagiados con este virus presentan ansiedad y depresión. Estas afecciones encabezan la lista de secuelas del contagio. Este sería otro de los múltiples motivos de esta dolencia.

“También puede darse sin ninguna causa que pueda ser identificable”, sostuvo la médica, quien recomienda “entender que la depresión va más allá de la tristeza, que no hay que buscarle una causa exacta y que muchas veces no se la encuentra”.

Afectaciones

La depresión es una de las principales causas de discapacidad. No se habla de la discapacidad física, sino de aquella en que la persona no puede funcionar con todas sus capacidades.

“La depresión tiende a, dependiendo de la severidad, justamente afectar a una persona en su vida laboral, en su vida social, familiar”, destaca la profesional.

¿Cómo actuar?

La depresión no se puede prevenir, pero se puede adoptar medidas como contrarrestar el estrés, uno de los desencadenantes.

Inicialmente, es importante identificar los signos. Si hay retraimiento social, disminución o alteración en el trabajo, en la casa, en la parte académica o cuando empiezan a tener ideas de culpa, de malestar, ‘póngase pilas’.

Procure ser empático con el paciente. Consúltele cómo se siente y ofrézcale ayuda.

Escuche. Intente conocer qué es lo que está sintiendo esa persona.

Lo principal es que el paciente reciba apoyo y los recursos para que pueda tener atención médica o de salud mental adecuada, en psicología o psiquiatría.

La doctora Vanessa Gorozabel, médica psiquiatra, ha expuesto que es esencial tener un diagnóstico oportuno y brindar un tratamiento adecuado, dado que, en los últimos tiempos, se ha tornado cambios importantes en la manifestación de la depresión. (IC)

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Si detecta a un familiar que se está aislando mucho, procure involucrarlo a hacer alguna actividad que antes disfrutaba.

Ejercicios

¡Anímese! Haga actividad física. Unos 20 minutos diarios de ejercicios, caminata o simplemente salir a pasear con el perrito, ayuda.

No beba

Trate de evitar el consumo de alcohol. Algunas personas suelen beber para sentirse mejor, pero el licor provoca un bajón de ánimo

Coma saludable

La alimentación también juega un papel importante. En las comidas ingiera frutas, vegetales que contienen vitaminas y minerales. También hidrátese.