Al pie de una cascada del cantón Girón, Azuay, estaba una hermosa doncella, de ojos claros y brillantes, y sonrisa resplandeciente, quien cuidaba una gran olla llena de oro, escondida por sus antepasados bajo la caída de agua.

Cuando alguien llegaba al sitio con la intensión de apoderarse de esa riqueza, llovía acompañado de truenos y rayos. La muchacha desaparecía y eso impedía que los forasteros se apoderen del oro.

Esto es el parte del relato titulado ‘Ojos brillantes’, cuyo mensaje lleva a pensar en que la bella mujer era la naturaleza que custodiaba el tesoro, según Wilson Arévalo, joven investigador y nativo de Girón, quien ha recogido de la oralidad de los más antiguos del cantón, leyendas y cuentos, y los ha plasmado en un libro en 3D, en el cual recrea nueve historias populares de su tierra natal.

Este relato refleja que Girón cuenta con una riqueza turística natural y ancestral, además de la histórica y religiosa.

El Parque Nacional Portete, los miradores naturales de Masta, Cerro Fasaná y de San Alfonso, el Bosque de Piedra, laguna de Zhogra y el Chorro de Girón, entre otros, son lugares ideales para el camping y paseos de aventura que promueven en la localidad.

Estos sitios se pueden conocer por medio de la ruta denominada ‘A través de la cascada’, que nace en el centro cantonal y recorre la vía Girón-San Gerardo-San Fernando, de 56 kilómetros, trazado por donde se hallan los atractivos turísticos y sitios donde se desarrollaron las leyendas y cuentos.

NOMBRE DE ESPAÑOL

Según la obra ‘Relaciones Geográficas de la Indias’, escrita por Pedro Arias Dávila, en Girón son herederos de la cultura ‘Leoquina’ que en lengua cañari significa ‘laguna de la culebra o culebra escondida en la laguna’.

Esta localidad ancestral, cuyo nombre lo dio el capitán español Francisco Hernández Girón, en 1534, cumple este 26 de marzo 124 años de cantonización.