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Chantaje emocional: los cinco tipos de manipuladores en las relaciones
Identificarlos puede ayudarte a protegerte y a manejar las relaciones tóxicas
El chantaje emocional es daniño porque es sinónimo de manipulación. Se basa en el uso de sentimientos para controlar a una persona. Quien chantajea utiliza tácticas como la culpa, el miedo o la obligación. Su objetivo es obtener lo que desea, y así afecta las emociones de la otra persona.
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Esta coacción puede ocurrir en relaciones personales, familiares o laborales. La persona que provoca suele hacer amenazas implícitas o explícitas. Por ejemplo, dice que se alejará si no se cumplen sus requerimientos y por ende, esta acción genera ansiedad, estrés y confusión en la víctima. Sin duda alguna, afecta la autoestima y la salud mental. Reconocerlo es el primer paso para enfrentarlo. Establecer límites claros es fundamental. La comunicación abierta ayuda a evitar este tipo de situaciones. Aprenda a indentificarlo.
5 tipos de manipuladores
La psicóloga Karla Varas, especializada en estudiar las conductas, comparte con SEMANA LAS características puede ayudarte a identificar y manejar mejor a un chantajista emocional.
- Victimista. Se presenta constantemente como una víctima de las circunstancias. Utiliza frases como “siempre me pasa a mí”, “nadie me entiende” o “no te preocupes ya me va a pasar”. Manipula a otros haciéndoles sentir culpables por no ayudar o por no estar a tu lado.
- El controlador. Intenta dictar cómo deben ser las decisiones y acciones de los demás. Usa amenazas sutiles o directas, como “si no haces esto, ya no seré tu amigo”, “si no me dices a que hora llegas no puedo estar a tu lado”, “no utilices esa falda está muy alta”, “ese maquillaje parece disfraz”... Descalifica sus opiniones o sentimientos, hace que te sientas insegura. Busca aislarla de otros que podrían apoyarla.
- El manipulador emocional. Juega con sus emociones, utiliza la culpa, el miedo o la ansiedad. Suele cambiar su comportamiento entre la amabilidad y el enojo para mantenerla insegura. Puede usar el silencio o el distanciamiento como herramienta de control. La hace dudar de sus propias percepciones y emociones, le fomenta confusión.
- El chantajista pasivo-agresivo. Muestra descontento de manera indirecta, a menudo a través de sarcasmo o comentarios despectivos. Se queja o se muestra resentido sin expresar abiertamente sus demandas. Utiliza la manipulación emocional sutil, hace que se sienta incómoda. Puede ignorarla o actuar de manera distante para obtener lo que quiere.
- El egoísta. Prioriza sus necesidades por encima de las de los demás. Hace comentarios que minimizan sus logros o sentimientos. Suele hacer que se sienta mal por no satisfacer sus demandas.
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Cómo liberarse
- Conocer sus estrategias es el primer paso para protegerse.
- Establece tus límites de manera clara. Hazle saber lo que no estás dispuesta a aceptar.
- No reacciones emocionalmente ante su presión. Respira profundo y responde de manera racional.
- Habla con los suyos sobre la situación. Ellos pueden ofrecerte una perspectiva externa y brindar apoyo emocional.
- Aprende a expresar sus necesidades de forma clara y respetuosa. La asertividad la empodera.
- Trabaja en tu confianza cuanto más segura esté de usted misma, menos vulnerable será al chantaje.
- Evita el contacto, la distancia es necesaria para su bienestar.
- Registra las interacciones para poder llevar un control del comportamiento manipulador.
- Si te siente abrumada considere hablar con un psicólogo que te ofrezca herramientas para lidiar con el chantajista.
Sus tácticas
- Busca culpables. Si alguien le hace sentir culpable por sus decisiones o acciones, intenta manipularla.
- Amenaza. Presta atención a los comentarios con consecuencias negativas si no hace lo que le pide.
- Cambios de humor abruptos. Si la persona alterna entre la amabilidad y el enojo, utiliza sus emociones para controlar la situación.
- Manipula tus emociones. Observa si intenta sacar a relucir sus miedos o inseguridades para lograr que hagas lo que deseas.
- Es insistente. Un chantajista puede empeñarse en sus demandas, hace que te sientas que no tiene otra opción.
- Te aísla. Intentar separarla de amigos o familiares que le apoyan es una táctica de control.
- Actúa. Si sus acciones no coinciden con sus palabras es un signo de alerta.
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