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Buena Vida
¡Come saludable para que tu 'leona' no se resienta!
Si pensabas que "comer hoy, como si no hay mañana" era bueno, no lo es. Debes procurar alimentarte de manera adecuada para que tu 'leona' esté tranquila y no quiera comerse todo lo que pase a su alrededor. Expertas te dicen cómo hacerlo
Hay tres causas por las que te puedes antojar de un ‘piqueo’: ansiedad, estrés y problemas emocionales. Así lo resume la licenciada en nutrición Sussy Corral, quien resalta que estos problemas son imperceptibles, producto de la mala alimentación que hemos llevado desde niños.
“El problema de la mala alimentación aquí en Guayaquil es más un tema cultural porque las personas creen que ‘meterse’ un bolón, tigrillo y encebollado a las 10:00 es bueno, pero en realidad no lo es, si es que no haces nada de ejercicios para bajar esas calorías”, comenta la experta.
Y es que Corral menciona que primero uno debe tener claro cuáles son las horas apropiadas donde puede degustar los alimentos para después darse un ‘gustito’. Dice que la hora normal para el desayuno es de 06:00 a 08:00; almuerzo entre 12:00 y 14:00; mientras que la cena es de 18:00 a 20:00. Y el tiempo para las famosas colaciones o snacks deben ser, en teoría, después de cada tres horas luego de las dos comidas ‘pepa’ (desayuno y almuerzo).
Es decir, estaríamos hablando de tres a cinco comidas importantes al día donde uno debe comer lo necesario sin necesidad de ‘empacharse’ “que es lo que ocurre en nuestra ciudad. La gente come por el ‘comamos hoy que mañana moriremos’”, indica.
La también nutricionista y experta en Alimentación dietética, Génesis Icaza, sostiene que el guayaco no suele desayunar en casa y por el retorno a las actividades presenciales, ‘pegan’ la carrera y “solo llevan un café en el estómago y ya cuando sienten hambre recién se acuerdan que deben alimentarse”.
“Es un poco lamentable porque no hacemos un desayuno equilibrado porque acostumbramos a comer en cantidades desmedidas y no las balanceamos con alimentos reguladores como los vegetales o frutas. Es más, nos llama la atención las comidas carentes de proteínas y cargados en grasa”, agrega la entendida, quien dice que es aquí cuando las personas se sienten ‘a reventar’.
Corral opina lo mismo y aconseja que para esos momentos de hambre y empachos, “lo ideal es que el ser humano pueda distribuir poco a poco -en tomas pequeñas a lo largo del día- sus alimentos, pero guardando cierta distinción entre 'picar' y establecer un horario de comida”.
"No es lo mismo que me digas: ‘me comí mi frutita y huevito en el desayuno a un calentado, y después de dos horas me da como hambre’. Sí me puedo dar un gusto, pero no ‘mandarme’ el ‘mega encebollado’. El problema de las personas es cultural, pero lo que no saben es que es una carga fuerte de calorías en horarios intermedios”, resalta Corral.
CUANDO LA 'LEONA' SE QUIERE SALIR
Por lo general, entre 16:00 y 17:00 es donde más la ‘leona’ empieza a gruñir debido a los niveles de cortisol que empiezan a aumentar producto de la ansiedad y estrés, sobre todo en las personas que tienen trabajos muy sedentarios y de alta demanda.
Lo primero que buscan -subraya Corral- es el carbohidrato simple y la grasa que son alimentos que dan placer y elevan la dopamina (droga de la felicidad) que se baja cuando estamos estresados.
“Si esa persona que se siente así y se ‘mandó’ cola, bolón, tortilla o maduro lampreado, y no sale a hacer algo de ejercicios, ese alimento puede convertirse en grasa abdominal por el exceso de carbohidratos”, advierte.
A su vez, Icaza aporta que también, esta mala alimentación, puede causar problemas severos como hígado graso, colitis nerviosa, gastritis, pancreatitis y sobrepeso. “Comer comida chatarra en exceso, no solo hot dogs, sino patacones, corviches y choclo asado pueden ser muy perjudiciales para la salud”, dice, y lamenta porque este tipo de alimentos están arraigados en la psiquis del ecuatoriano que se le hace difícil abandonarlos.
LO QUE ME PUEDO AHORRAR COMIENDO SANO
Corral sostiene que el dinero que usamos para darnos un ‘gustito’ oscila entre 20 y 100 dólares por semana. ¡Bastante verdad! Por lo que aconseja “taparse hasta donde la ropa nos permita”.
“Un ecuatoriano promedio no gasta menos de 30 o 20 dólares en la semana porque cada platito te puede costar entre $5 a $7, cosa que el dinero se puede redireccionar a una buena dieta. La idea no es satanizar darse un gustito, se puede hacer, pero máximo dos veces por semana porque nuestra sociedad es sedentaria”, ya que vivimos en un ambiente obesogénico, donde nos ofertan comida mucho mayor a la que nuestro cuerpo necesita.
“Comprando nuestros alimentos en el mercado y caraguay podemos tener alimentos nutritivos y a un bajo costo. Porque comer sano no tiene por qué ser caro”, finaliza.
- Evitar comprar en los supermercados y acudir a los mercados porque es mucho más barato.
- Buscar la fruta de estación.
- Tener siempre huevos, verde y pescado.