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Existen aditivos específicos para vehículos que funcionan a gasolina o a diésel.Internet

Los aditivos son una solución temporal a los desperfectos de su vehículo

Estos líquidos ayudan temporalmente, pero el daño reaparecerá y podría ser peor que antes. Consulte al mecánico para dar con una solución definitiva

El carro de Víctor botaba humo excesivo y quemaba harto aceite. ¡Parecía cafetera! Cuando lo llevó al mecánico, este le dijo que un empaque estaba ‘soplado’ y que debía desmontar parte del motor para cambiarlo, un trabajo ‘cariñoso’ para el bolsillo y que toma tiempo.

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Como era viernes y quería viajar a la playa, Víctor le hizo caso a un amigo que le aconsejó usar un aditivo sellador de fugas, que con eso se solucionaba el problema.

En el tramo de ida no tuvo problemas, pero cuando regresaba a la ciudad el humo reapareció, el carro empezó a cascabelear y se le apagó en media carretera. Al final tuvo que pagar 160 ‘latas’ a una grúa y volver con el auto abollado.

Nuevamente en el taller mecánico, le indicaron que ya no era uno sino todos los empaques los que estaban ‘reventados’ y que no quedaba de otra que abrir el motor.

Leonardo Meléndez, mecánico del taller Auto Selecto, ubicado en la entrada del la ciudadela El Paraíso, en el km 2 1/2 de la avenida Carlos Julio Arosemena, explicó que existen aditivos con diferentes usos y que hay unos que sirven mejor que otros. “Hay mejoradores de octanaje, que no dañan nada, mejoran la respuesta del auto, pero esto se termina cuando se vacía el tanque (de combustible) que es donde se lo hecha”.

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Sin embargo, hay otros que prometen soluciones a daños más complejos y es con estos que hay que tener cuidado, aseguró Roberto Cruz, técnico del taller Servicentro RAM. “Hay los que te prometen limpiar los inyectores, por ejemplo, pero lo que hacen es disolver la suciedad, que se asienta al fondo del tanque, pero a medida que se vacía vuelve a subir a los inyectores y el problema regresa”, dijo.

Lo mismo ocurre con los selladores de fugas, tanto de motor como de radiador. “En el caso de un radiador, el sellador te puede aguantar unas horas para llegar al destino, manejando lento, sin forzar la máquina (motor) y reparar (el desperfecto), porque si hay sobrecalentamiento la presión que aguanta el radiador es tanta que termina reventándolo, por otro lado, o agrandando más la fuga. Lo mismo con los (aditivos) que van al motor, en el siguiente cambio de aceite, va a perder las propiedades y el problema seguirá ahí”, advirtió.

Escoja el aditivo específico para sus necesidades

Los aditivos se colocan directamente en la parte del auto que necesite reparación.Internet

Existen aditivos que se colocan en el tanque de gasolina, otros se añaden directamente al motor por el colector del aceite o en las tuberías del sistema de aire acondicionado y tienen diferentes funciones:

-  Mejoradores de octanaje: Añaden octanos a la gasolina, logrando una mejor respuesta en aceleración y conducción más estable. No sirven para aumentar la potencia o velocidad del vehículo.

 - Selladores de fugas: Las hay tanto para fugas del motor, transmisiones y radiador y acondicionador de aire. Son químicos que ingresan, se depositan donde hay una fuga y por la acción del calor o frío, se endurecen y la tapan. Por los cambios constantes de temperatura y sobreexigencia, estos ‘parches’ se disuelven con el tiempo y la fuga se reabre.

- Limpiadores del sistema de combustible: Prometen destapar y eliminar los depósitos de carbón. La mayoría solamente los disuelve, por lo que vuelven a acumularse a medida que la gasolina del tanque se termina.

- Aditivos preventivos: Sirven para prevenir, más no reparar daños. Hay, por ejemplo, anticorrosivos para el interior del radiador, que evitan el óxido y consiguientes fugas.

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