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En Zámbiza están protegidos desde el cielo
San Miguel Arcángel es patrono de esa parroquia del norte de Quito desde su creación eclesiástica. El santo tuvo un papel fundamental durante la pandemia
La vida de Pablo Galarza tiene muchas coincidencias con todo lo que representa el arcángel San Miguel, algo que lo ha marcado prácticamente desde su nacimiento.
Una de ellas es que vino a este mundo un 29 de septiembre –él tiene 59 años–, fecha en la que se celebra el día de este importante santo. Lo otro es que ha vivido siempre en Zámbiza, una de las primeras parroquias eclesiásticas de Quito (creada en 1584) y que adoptó a San Miguel como su patrono.
“Incluso el rey Felipe IIde España, en 1587, envió a la parroquia una escultura del arcángel que la conservamos hasta ahora”, dice este fiel creyente. ¿Pero cómo ha incidido este poderoso protector en Galarza? Este habitante cuenta que San Miguel lo guió para ayudar a sus vecinos durante un duro momento que vivió el mundo: la pandemia de la COVID-19. Galarza, desde niño, estuvo muy ligado a la iglesia e incluso estudió Filosofía y Teología.
“Una señora me contactó y dijo que organizara un grupo de oración porque su mamacita estaba muy enferma. Tenía COVID”. Sin perder un segundo, este creyente junto a otras familias se citaban, vía Internet, todas las noches para rezar por el bien de la mujer y otros contagiados.
Todos los rezos siempre estuvieron encomendados a San Miguel y también a Dios, “porque es él quien tiene la última palabra”, afirma Galarza. Y el milagro se hizo. La mujer se salvó, al igual que otras 10 personas, aproximadamente.
Sacerdote
Un contacto cercano
El grupo de oración, llamado San Miguel Arcángel, duró más de un año en plena crisis de la pandemia. Y en ese lapso algo inexplicable sucedía. Según Galarza, un pariente cercano siempre ha visto al santo, pero en la emergencia sanitaria fue más frecuente. “Lamentablemente no he tenido esa suerte, pero creo que esa presencia de San Miguel influyó en la sanación de estas personas”, dice.
¿Por qué sucede esto? El padre Leonardo Merino, analista religioso, detalla que la única explicación es que quienes tienen contacto con santos son personas con dones únicos.
“Conocí en Australia a una señora que tenía ese don. Ella veía a los ángeles y al arcángel San Miguel”, rememora Merino. En cuanto al poder, el sacerdote afirma que este santo es el oponente de Satanás.
“Él viene en nuestro auxilio en el momento de la muerte cuando somos atacados por Lucifer. En la iglesia se lo conoce como príncipe de la iglesia y príncipe de la milicia celestial”, finaliza Merino.