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Los moradores afirman que la presencia ocasional de las fuerzas del orden no es suficiente.CARLOS KLINGER

“Aquí se ve y se calla”: el miedo reina en Socio Vivienda tras masacre

Masacre y cuerpos desmembrados se han reportado dentro del plan habitacional. Chino Locura y los Suárez serían los responsables

Para Marcela (nombre protegido), los operativos que se realizan en Socio Vivienda, tras el asesinato de 22 personas la tarde del jueves 6 de marzo, no dan resultados. Desde una esquina que divide Lomas de la Florida y la etapa 1 del plan habitacional creado en 2012 (durante el régimen correísta), observa la intervención de los uniformados que se llevaba a cabo en ese momento.

Era una tarde calurosa y los rayos solares golpeaban directamente su rostro. Sin embargo, el reflejo no le impedía ver con detalle que se encontraban el ministro del Interior, John Reimberg, y más de un centenar de policías y militares. “Es que esto no da resultados porque hacen como que revisan por 30 minutos, pero se van los medios de comunicación y las autoridades, los uniformados y las tanquetas desaparecen”, cuestiona.

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Prefiere no decir nada más. Luego de la masacre, se han reportado hallazgos de cuerpos desmembrados en un botadero de basura de la misma etapa 1. En total, cinco cuerpos mutilados han sido encontrados. Los moradores admiten sentir temor al encontrarse en medio de la violencia. “Nadie dice nada por esa misma razón”, enfatiza.

El terror, a pesar de la presencia de las fuerzas del orden, también invade a los moradores de las otras etapas. En esa misma intervención, en la zona conocida como Las Barracas, de la fase 2 de este conjunto habitacional del noroeste de Guayaquil, los vecinos no hablaron más de lo necesario, según ellos, y tampoco quisieron identificarse ante ningún medio de comunicación.

¿Qué hallaron durante el operativo de esa tarde en Socio Vivienda?

En el sitio se encontraron armas de fuego de largo alcance enterradas en lo que funcionaba como una jardinera. Además, había municiones escondidas en maceteros, y una persona fue detenida y vinculada a uno de los grupos criminales organizados que operan en el sector.

Ante esto, los moradores evitaban ver y comentar sobre lo que ocurría, ya que no quieren ser considerados ‘sapos’. “Aquí todo es ver y callar, no hay más opción”, recalca un hombre.Ellos, ante los diferentes casos de crímenes, prefieren atrincherarse en sus casas y salir solo para lo necesario. Y al igual que Marcela, dudan de la efectividad de los patrullajes pues, a pesar de los registros recurrentes, siguen apareciendo cadáveres y armas.

“En la noche salimos si es estrictamente necesario, porque si quiero regresar en un taxi, no quieren entrar a este sector. Sí, tal vez hay policías en un punto específico, pero no abastece para la gran extensión de Socio Vivienda”, dice Juan, otro de los habitantes.

¿Las personas deciden convivir con la violencia?

Él revela que algunos de sus vecinos ya han tomado sus pertenencias y han salido del sector, pues el temor a otro atentado con víctimas colaterales no los deja en paz. “A mí mismo me han dejado un par de juegos de llaves para abrir las puertas de las casas que ya están abandonadas, si es que llegan a hacer allanamientos”.

Él y un grupo de vecinas denuncian que en su cuadra, en el sector identificado como Los Tucanes, los robos en viviendas se ejecutan debido a las puertas violentadas durante los operativos. “En la noche, ayer mismo, se llevaron dos televisores de alguna de las casas de este sector”, asevera una mujer desde la parte interna de su enrejado, instalado precisamente por seguridad.

Los habitantes de Socio Vivienda aseguran que los operativos no garantizan resultados a largo plazo.CARLOS KLINGER

Por su parte, el teniente coronel Herbie Guamaní, jefe del distrito al que corresponde el sector de Socio Vivienda, sostiene que los diferentes hallazgos de cuerpos desmembrados no deberían afectar a la población en general que reside en esta zona, pues serían ataques direccionados a integrantes de una de las facciones de la banda criminal Los Tiguerones.

“Este grupo se separó y ahora son los del Chino Locura que están atacando a los de Suárez, otro cabecilla”, asegura el oficial. Él explica que todos aquellos que de alguna manera han sido parte de las bandas o de los hallazgos, son blancos para las organizaciones criminales que allí operan. “Esto es así: si en una vivienda en la que están madre e hijo encuentran un arma y detienen al hombre, para la banda quien ‘paga’ es la madre. Entonces, todas las personas que fueron parte de la economía criminal prefieren salir porque están conscientes de que en algún momento pueden llegar a buscarlos”, explica.

¿Cómo identifican a las personas que han salido de Socio Vivienda?

En palabras del coronel Guamaní, solo el 1 % de ese total de personas ha salido por miedo. “Aún no conocemos cuántas viviendas están vacías porque recién se hará un censo con el Miduvi, pero hasta ahora tenemos la cifra de que 47 familias han pedido resguardo de la Policía para retirar sus enseres”.

EXTRA consultó al Ministerio del Interior sobre las acciones gubernamentales que se implementan en favor de los residentes de Socio Vivienda. No obstante, la cartera de Estado respondió que de esto está encargada la Policía Nacional, ya que se trata de “operatividad”.

El encargado de comunicación de este Ministerio también resaltó que el censo que mencionó el jefe del distrito Nueva Prosperina, entraría en marcha en pocos días y que los resultados se conocerían cuando el proyecto haya finalizado. “Esto forma parte de las medidas”.

¿Qué puede disminuir la creciente ola de violencia en Socio Vivienda?

Kleber Carrión, experto en seguridad, analiza expone que “la única medida de seguridad es reforzar la inteligencia para extirpar definitivamente la delincuencia organizada que se tomó ese lugar geográfico”. Esto deja entrever graves consecuencias tanto a nivel local como nacional, ya que el Estado ha perdido el control y, junto a él, llegan afectaciones económicas y sociales.

“Cuando yo dejo abandonado mi domicilio, ya no pienso en pagar impuestos, no consumo en mi barrio y se pierde el dinamismo de la parte comercial de mi sector. Soy capaz de darme un revés y tomar la decisión totalmente extrema de dejar abandonado el lugar en el que yo tenía ya mi proyecto de vida”, indica.

Hasta el cierre de esta edición, el número de muertes violentas en el distrito Nueva Prosperina asciende a 247.Este número, en relación al 2024, presenta un incremento de 194 hechos.

Añade que el Gobierno, al haber sido desplazado como ente rector en esa zona, debe tomar acciones como recuperar el espacio con control permanente, pero no quedarse únicamente allí, ya que en todos los lugares geográficos se necesita presencia del Estado.

“El punto central es que se refuerce con labores de inteligencia, para ir focalizando nuclearmente a los líderes, a quienes están ahí realizando actos ilícitos y pueda ir neutralizándolos”, concluye.

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