En la cubierta de un yate, Paco Junior Alcóser Serrano posa con una cerveza en una mano y un reloj en la otra, luciendo una leve sonrisa. A simple vista, parece un próspero contratista del Estado de 38 años, con una trayectoria que incluye adjudicaciones por 20,3 millones de dólares entre los años 2012 y 2022, según el Servicio de Contratación Pública.

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En su cuenta de X, Alcóser compartió una publicación que dice: "he perdido 8.000 dólares jugando póker, no tengo idea dónde está mi auto, se rayó mi Rolex y aun así estoy teniendo una mejor noche que tú".

Su estilo de vida opulento podría no ser motivo de investigación si no fuera por su vinculación al caso Metástasis. Helive Angulo, alias Estimado, uno de los hombres de confianza del narcotraficante Leandro Norero, lo mencionó como contratista de Xavier Jordán en una reunión con el alcalde Cisneros.

La Fiscalía deberá comprobar las declaraciones de Angulo, pero información en chats entre Jordán y Norero, así como registros públicos, respaldan los vínculos de Alcóser con la red de Norero.

Por ejemplo, el 13 de enero de 2022 Paco Alcóser giró un cheque por 1,3 millones de dólares para comprar el lote N.° 4 de la urbanización La Ribera de Batán, en Samborondón, y se registró a nombre de Lisseth Carolina Ennisch Paredes, ‘prestanombre’ de la casa donde fue arrestado Norero y su mujer. 

Paco Alcóser fue el que en 2021 compró el Toyota Land Cruiser blindado de la empresa Dymarla (de Xavier Jordán) y lo revendió a la esposa de Norero, Lina Paola Romero Vargas.

A pesar de su corta experiencia, Alcóser ha tenido un próspero negocio con el Estado, con contratos que incluyen la rehabilitación y asfaltado de vías. Sin embargo, su relación con Jordán y sus actividades financieras están bajo escrutinio, especialmente considerando que Jordán, prófugo desde 2020, aún maneja contratos con el Estado.

Aunque Alcóser no ha comentado sobre sus vínculos con Jordán, sus negocios con el Estado y sus relaciones comerciales con Jordán sugieren una posible colaboración. Xavier Jordán, procesado por delincuencia organizada y prófugo desde 2020, sigue siendo una figura central en este entramado, como lo indican los mensajes entre él y Norero.

La historia de Alcóser revela las complejas conexiones entre empresarios, políticos y grupos delictivos, evidenciando la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer estos vínculos.

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