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Llora mientras cuenta que su madre murió hace poco.GUSTAVO GUAMÁN

"Yo no trabajo en la vida bohemia", dice la mujer que se hizo viral en TikTok cuando la grabaron gritando: "A dólar el cul..."

EXTRA la buscó para conocer qué hay detrás de Mishell, de la que muchos hablan en el Centro Histórico. Vende relojes, su madre murió hace poco...

Sentada en una cafetería del Centro Histórico de Quito, Mishell Carrillo Maya -49 años, gorro de lana, uñas moradas- suelta: “Me dicen que gritaba barbaridades”. Da un sorbito de leche. Engulle una tostada con queso. Y continúa: “Pero ya no lo hago, ahora tengo tristeza”.

Muchos la reconocen, han oído hablar de ella, pero no saben su nombre ni a qué se dedica. Solo recuerdan la frase que la hizo viral en un video de TikTok: “¡A dólar el cul...!”.

Nacida en Ambato, Mishell afirma que se graduó en el colegio Hispano América. Sobre cómo llegó a Quito no lo menciona, pero sí que su madre, María del Pilar Carrillo, murió el 24 de enero pasado. Llora. Se seca las lágrimas. Y canta: “Nadie es eterno en el mundo / ni teniendo un corazón / que tanto siente y suspira por la vida y el amor”.

Es la captura de la grabación con la que se volvió viral.Video.

Dice que esa canción se la dedicó a su mamá. Y que su padre, Bolívar Paredes Haig, falleció hacía mucho. Presume que él era libanés y que le enseñó buenas costumbres. “Trabaja, no robes”, una frase que ella tiene muy presente.

Vende relojes, “o cualquier cosita”, en el centro. Sin embargo, por ahora no tiene capital, lamenta. A veces entona un variado repertorio en los buses, pero dice que nadie le colabora. “Quiero que me ayuden para comprar mercadería”, implora. Llora otra vez. Y canta otra vez: “Yo sé bien que te voy a adorar toda la vida / porque tú me ayudaste a calmar mis sufrimientos”.

“Mi mamá vivía en una casita alquilada, no tenía mucho dinero para pagar y murió”, repite Mishell. [Conversar con ella es como subirse a una rueda moscovita, siempre vuelve a lo mismo].

Cuando le preguntamos sobre el video que la hizo viral, también da vueltas. “¡Qué barbaridad!”. “Yo estaba caminando por ahí, vienen y me graban así”. “Pero ya no grito así”. “Fue un video viral, en TikTok, a nivel mundial”. “Pero no”. “Yo no trabajo en la vida bohemia (se refiere al trabajo sexual)”. “Tengo tristeza”. “Nadie me ayuda”. “Y mi hermana llora por mi madre”.

Es Marisol, con la que vive en el sur de la capital. EXTRA la contacta y responde: “Ayuda, ella no tiene a nadie, está desamparada, no tiene dónde vivir, debería coger el bono”.

Mishell dice que canta en los buses y que no recibe apoyo.GUSTAVO GUAMÁN

Ojos bonitos

Cuando era joven, Mishell vendía helados de cono en Guayllabamba. Su esposo falleció en un accidente y dice que tiene un hijo con discapacidad -aunque Marisol contó que eran dos-. “No vale mentir, porque tú sabes, hay un Dios, una Virgen María”, insiste nuestra protagonista mientras abre los ojos, clava la mirada en el interlocutor, y espeta: “Ojos bonitos tengo yo, son verdes”. Y se ríe.

- Mucha gente la conoce en el centro de la capital. Algunos aseguran que usted consume drogas, le increpamos.

- “Hablan tonteras. Yo no fumo, no tomo, no me gustan el licor ni las drogas. Sí la lechecita”, contesta.

- ¿Qué hace cuando no tiene qué vender, como ahora?

- “Lloro”. Y llora. “En el centro es peligroso, aunque no tengo dinero, me pueden apuñalar”. Y canta: “En vida que me quisieran / de muerto ya para qué / ahí todo se ha de quedar”.

“Me gusta arreglarme, delinearme, la buena ropa de Etafashion, de El Recreo. Los perfumes de Ésika. Pero no tengo dinero... soy guapa, canto bien y tengo bonitos ojos”, repite.

- “Usted es guapo”, le dice al interlocutor. “Si yo estuviera arreglada, sería su novia”. Se ríe. Se levanta y se va. Pero antes canta: “La del pelo suelto y la falda cortita / ella en el colegio transforma mi vida / el jean descaderado que te pones linda / cuando por la calle te veo me fascina”.