Como si de una película en extremo dramática se tratara, el cantón El Triunfo ‘lloraba’ la muerte de Junior Roldán, el segundo al mando de la organización delictiva Los Choneros y el líder de Las Águilas.

Las ‘lágrimas’ que cayeron la tarde del miércoles 10 de mayo no eran saladas (como las que resbalan por las mejillas), sino gotas pesadas por la intensa lluvia. El aguacero era tan fuerte que ciertas vías de esta localidad, ubicada en el límite entre las provincias de Guayas y Cañar, estaban inundadas.

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La pregunta más repetida desde la tarde del 8 mayo es si la muerte de JR, como era conocido Junior, es real. “Aquí se comenta que no es cierto, que eso es solamente un montaje. Además, la ciudad ha estado tranquila, como si nada hubiera pasado”, comentó Dina, nombre protegido, mientras realizaba tareas del hogar siguiendo su rutina diaria.

Ella cree que eso lo conoce con precisión solo la familia de JR. Sin embargo, expresó su deseo de asistir al velorio de Roldán en caso de que su cuerpo sea trasladado hasta su tierra natal para recibir sepultura. “Yo sí iría. Me pondría de luto y todo. Mi hermana me dice que estoy loca, pero él era buena persona”, manifestó.

Recuerda que hace algunos años, JR le ofreció dinero a una mujer que necesitaba 200 dólares para comprar unos medicamentos que le habían recetado. “La señora estaba en el mercado y él salió a entregarle el dinero que ella requería”, detalló.

No obstante, según los detalles que le informaron a Esteban, un hombre de 68 años que está radicado en El Triunfo desde hace más de una década, no sería posible el deseo de Dina.  “Ahora se comenta que él ya fue sepultado aquí, pero no se ha escuchado ningún alboroto”.

Para él, tampoco es fácil creer en esa teoría, pues hace una simple comparación: “Si cuando han matado a un pillo y lo traen a enterrar aquí, se arman balaceras, andan motos y se escucha música... pero con él (JR) no hay nada y era el más fuerte de todos”.

Esteban dijo que era el más fuerte porque recordó que hace unos pocos años, “tal vez dos o tres”, robaron en un local comercial de la localidad y a los pocos días el individuo implicado fue asesinado y apareció un cartel con el mensaje “El Triunfo se respeta. Aquí nadie roba” cerca del sitio del hecho violento. 

“De lo único que estoy seguro es que su familia sabe si él está muerto o no, y ellos han estado tranquilos durante estos días”.  Y añadió un último dato: el Triunfo se ha mantenido tranquilo, incluyendo escuelas, colegios, negocios y calles.

Pero otros, como Beatriz (prefiere mantener sus apellidos en reserva), no han podido mantener la misma calma. Ella, incluso, opta por no referirse al tema porque sufre de crisis nerviosas y su salud se puede afectar.  El cantón, sin embargo, no se ha vestido de luto. Su calle principal, la avenida 8 de Abril, sigue siendo sinónimo de comercio y movimiento.

En el Cementerio Municipal de este cantón, ubicado en las afueras, se llevaron a cabo cuatro sepelios el mismo día en el que algunos triunfenses creen que JR habría sido enterrado. Azucena, dueña de un comercio cercano al camposanto, no sabe quiénes eran los fallecidos y tampoco escuchó relajo.

“Todo bien, sin ninguna novedad”, fue la frase más repetida por los lugareños durante el recorrido que EXTRA realizó.

Mientras se continúa indagando el crimen del líder de Los Choneros, paralelamente se realiza el proceso de repatriación de su cadáver. Desde la Cancillería informaron que este procedimiento se lo realiza en coordinación con los homónimos del país en el que fallece el ciudadano, en este caso la Policía y Fiscalía de Colombia. Por el momento se espera información de algunas diligencias para continuar con el protocolo, entre ellas, las condiciones en las que murió y cuál era su situación jurídica en este país. 

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