La más reciente masacre en Durán, ocurrida la noche del sábado 12 de octubre, dejó un saldo trágico de siete víctimas mortales y dos personas heridas. Este ataque responde a la constante disputa entre dos grupos criminales que buscan el control de este territorio en la provincia del Guayas.

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Las víctimas han sido identificadas como: Kevin Alfredo Laz Pacheco, de 26 años, quien trabajaba como guardia de seguridad; Kevin Alexander Montero Hinojoza, de 31 años; Gustavo Adolfo Coro Chalen, de 32 años, que laboraba como mesero; Óscar Jefferson Peña Fernández, de 28 años, que trabajaba como soldador; Kevin Eduardo Pacheco Ruiz, de 20 años, presunto miembro de los Chone Killers; Miguel Ángel Torres Pachacho, de 28 años, con antecedentes por porte de armas y también integrante de los Chone Killers; y Dave Manuel Vinces Ponce, de 25 años.

Como resultado de este atentado, dos mujeres, de 22 y 23 años, también resultaron heridas por proyectiles y fueron trasladadas a casas de salud para recibir atención médica.

Según información de la Policía, las víctimas salían de un billar en el sector cuando fueron interceptadas por sujetos armados con pistolas y fusiles.

“El ECU-911 alertó a la Policía sobre seis personas fallecidas y tres heridas en el sector del Arbolito, en la cooperativa Grillo Gilbert. Al llegar al lugar, se constató la presencia de seis personas muertas por heridas de arma de fuego y tres más trasladadas al Hospital Enrique Ortega, donde una de ellas falleció debido a la gravedad de sus lesiones”, indicó un investigador.

El teniente coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Durán, explicó que la guerra criminal entre los Chone Killers y los Latin Kings, las dos organizaciones que se disputan el control en Durán, va más allá de una simple lucha territorial por delitos que beneficien su economía; también involucra un conflicto ideológico, ya que ambas bandas buscan la supremacía.

“No solo ocurrió la masacre donde murieron siete personas que salían de un billar, sino que también se registraron otros eventos violentos ese mismo día, incluyendo el asesinato de una joven. 

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Una organización perpetra un atentado, y luego la otra responde, compitiendo para ver quién causa más muertes. Lo más preocupante es que comienzan a circular mensajes en redes sociales sobre las venganzas que están surgiendo, con amenazas de más ataques”, advirtió el jefe policial.

Santamaría subrayó que este no es un enfrentamiento común, como en otros territorios, donde la lucha se centra principalmente en el control económico criminal. “Aquí estamos ante un conflicto ideológico que trasciende lo económico. Estas bandas ya tienen un antagonismo que va más allá de lo material; se trata de pertenecer a una organización y defender su identidad. No es un problema nuevo; es la famosa rivalidad entre Latin Kings y Ñetas que se ha manifestado en los Chone Killers”, explicó.

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