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Rumiñahui: Se robaron 33 medidores en una hora
Cuando los vecinos despertaron se toparon con las ‘cascadas’ de agua en sus veredas. En lo que va de enero se superó la cifra de robos de 2023
Alos vecinos del barrio Selva Alegre del cantón Rumiñahui, al suroriente de Quito, les tocó rebuscar de dónde pagar los nuevos medidores de agua que les robaron en menos de una hora. En total 33.
Ocurrió durante la madrugada del 17 de enero, entre las cuatro y cinco de la mañana cuando terminaba el toque de queda. En cuanto se pudo circular, los vecinos hicieron ‘bulla’ para alertar a todos. “Parecía que llovía porque sonaba el agua que salía de las tuberías” contó Luci Espinoza, una moradora.
En las cámaras de seguridad de la calle Larrea se registraron algunos robos. Sujetos a bordo de una motocicleta iban por las casas llevándose los medidores de agua. “Incluso sin herramientas ni nada. Halaban y se llevaban”, relató Cecilia Díaz, una de las afectadas.
Algo que ha dejado a los moradores nerviosos, pues para ellos significa que la delincuencia avanza en un sector que se caracterizaba por su tranquilidad. “Cada vez vemos más gente que no es del barrio”, agregó Cecilia.
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Los medidores sustraídos estaban en las fachadas de las casas sin rejillas. A Cecilia Gualpa le dejaron un medidor por lo que ‘voló’ a poner rejillas para protegerlo. “Esos son gastos de los que nos hacemos cargo aunque no podamos”, reclamó. Al costo de las rejas hay que sumarle los 53 dólares que cuesta un nuevo medidor.
- ROBO ‘BARATO’
El Municipio de Rumiñahui conoció la novedad y envió cuadrillas de trabajadores para reconectar el servicio de forma directa.
Óscar Calero, director de Agua Potable y Alcantarillado, dijo a EXTRA que las estadísticas son preocupantes pues en todo el 2023 se registraron 38 de estos robos y en lo que va de enero de 2024 han sido 58. “33 de esos se realizaron en una hora de un solo día. Es un aumento exponencial”.
Sin embargo, este no se vería como un ‘negocio’ rentable, puesto que cada medidor se vende en las chatarrerías entre 3 y 5 dólares. “Para que les represente deberían ser muchos más”, explicó Calero.
Este valor se calcula por los componentes de bronce que poseen. El funcionario recalcó que cada aparato tiene su propio código y no es posible usar uno de segunda mano. “Recomendamos a los ciudadanos que coloquen rejillas para evitar estos robos”, agregó Calero.
Asimismo, para la colocación de los nuevos dijo que se realizarán inspecciones previas para constatar que los usuarios hayan puesto las rejillas previamente. “No podemos costear tanto. Queremos llegar a un acuerdo con el Municipio para que nos ayuden con algún porcentaje al menos”, reclamó Cecilia Díaz.
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