El ambiente tenso y de zozobra ha contagiado al complejo carcelario que abarca más de un kilómetro de la vía Guayaquil-Daule. La desaparición de Adolfo Macías Villamar, presunto líder de Los Choneros, tiene en ascuas no solo a los policías, militares y agentes penitenciarios, sino también a los reclusos, a quienes les preocupa que se desate una nueva masacre.

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Desde la madrugada de ayer, más de 5.000 uniformados, entre miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, desplegaron un operativo en el interior de la Regional y de la Cárcel de Mujeres con la finalidad de localizar a alias Fito.

Sin embargo, la labor de los uniformados, quienes lo buscaron no solo en las celdas y en los pabellones, sino hasta dentro de las alcantarillas, fue infructuoso. El líder criminal no aparece por ningún lado, lo que aumenta la teoría de que se fugó, rumor que comenzó a circular la mañana del domingo, luego de un operativo de control de armas, municiones y explosivos, realizado por las Fuerzas Armadas en colaboración con la Policía.

Y es precisamente el hecho de que Macías Villamar se halla ‘hecho humo’ lo que intranquiliza a quienes guardan prisión y trabajan en el Centro de Rehabilitación Social de Varones, también conocida como Penitenciaría, la cual está ubicada a un kilómetro de distancia de la prisión donde se hallaba el cabecilla criminal.

En la actualidad solo tres de los 12 pabellones (3,5 y 12) de este centro carcelario están ocupados por miembros de las dos organizaciones criminales alineadas a Los Choneros: Águilas y Fatales.

Una fuente del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) reveló que tras la posible evasión del manabita, se percibe un ambiente de zozobra en la Penitenciaría, pues los privados de libertad temen a que se registre una requisa y que comiencen los disturbios, tal como ocurrió ayer, en las cárceles de la Sierra.

“Los privados de libertad prefieren mantenerse dentro de sus celdas por miedo a enfrentamientos con otras agrupaciones que también ocupan seis pabellones de esta prisión; tres no están habilitados. Se está trabajando con normalidad. 

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Cada agente de seguridad penitenciaria está en su puesto de servicio, solo la novedad es que se suspendieron las visitas y no hay ninguna clase de actividades. Adentro el ambiente entre los presos es de preocupación y angustia, temen que se desate una matanza, como las ocurridas en años anteriores”, manifestó.

Por su parte, una fuente policial contó que durante la mañana de ayer, a pesar de los operativos, se realizaron varios traslados de reclusos a otras cárceles del país y que las pertenencias de Fito estaban dentro de su celda, ubicada en el área de Máxima Seguridad de la Regional.

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