Cuatro hombres llegaron a un gimnasio, en el norte de Quito, supuestamente para bajar unas cuantas libritas. Pero en realidad a estos tipos no les importaba su físico ni su salud, sino el billete que llevaba un vehículo blindado...

La mañana de ayer una banda delictiva, presumiblemente conformada por extranjeros, se bajó 150 ‘lucas’ de la mochila de dos uniformados que trasladaban el dinero a un cajero dentro de un centro comercial, situado en Carapungo.

Fue como de película. El coronel Paúl Saavedra, comandante subrogante del Distrito Calderón, indicó que cuatro sujetos ingresaron por la entrada ubicada en la avenida Panamericana Norte, a las 06:30.

Los individuos se hicieron pasar como clientes del gym que se encuentra en el tercer piso y que abre desde las 04:00. Por eso pudieron sortear el control de ingreso. “Estaban con gorras, calentador y mascarillas”, dijo el oficial.

A las 06:33 ingresó el vehículo blindado. Se bajaron tres custodios con maletas y cuando se dirigieron a las escaleras eléctricas para ir al primer piso donde hay cajeros automáticos fueron amenazados por los cuatro pillos, quienes les apuntaron con pistolas nueve milímetros.

Los guardias también sacaron sus armas de dotación y empezó una balacera. Uno de los usuarios del gimnasio que ingresaba en su moto detrás del carro blindado casi es confundido con uno de los celadores. “Boté mi motocicleta y me escondí detrás de una puerta”.

El testigo contó que cuando terminaron de sonar los disparos, cuatro sujetos huyeron con dirección a la avenida Panamericana Norte. “Se llevaron mochilas y tenían pistolas”.

INVESTIGACIÓN

Saavedra indicó que luego del asalto llegaron unidades policiales y un equipo del Cuerpo de Bomberos, quienes atendieron a dos custodios que estaban heridos. Uno fue impactado por una bala en su pierna izquierda mientras que al otro le rozó un proyectil. Ambos se recuperan en una casa de salud cercana. Tras entrevistar al tercer custodio, este les dijo que los delincuentes se llevaron 150 mil dólares y les quitaron sus armas de dotación.

Hablaron con los testigos, quienes comentaron que los pillos tenían acento extranjero. Luego de ver las cámaras de seguridad, los agentes se percataron de que en las afueras del establecimiento los esperaban cuatro sujetos, cada uno en una motocicleta.

Los pillos se subieron y se fueron en distintas direcciones. Saavedra dijo que una moto se fue hacia la Mitad del Mundo y el resto tomó el intercambiador de Carapungo y no se conoce a dónde se fueron.

La Policía presume que este atraco fue planificado e investigará al personal de la empresa de seguridad para obtener más detalles y conocer si hubo fuga de información.

Hugo Silva es un taxista que trabaja afuera del centro comercial. El hombre también dijo que el robo no fue al azar porque para entrar y salir a esa hora se debe tener una tarjeta para pasar el control de acceso. “Eso quiere decir que los pillos estuvieron analizando los horarios del blindado y del establecimiento”.