En la capital se ha descubierto una nueva modalidad de robo, luego de que una víctima logró liberarse a tiempo del delito y los uniformados aprehendieran a una sospechosa la tarde del miércoles 15 de mayo de 2024, en plena avenida Amazonas, en el sector La Mariscal, del centro-norte de Quito.

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Según información policial a la que EXTRA ha tenido acceso, la perjudicada fue una adolescente de 15 años, quien esperaba a sus padres en un centro comercial, en la esquina de la calle Jorge Washington y la avenida Amazonas.

En ese lugar, la menor de edad fue abordada por una joven mujer que se habría identificado ante ella como una agente encubierta de la Policía Nacional y que luego le pidió que le mostrara su celular, porque supuestamente se encontraba en una investigación y tenía reportes de que alguien con sus características había cometido una agresión.

La supuesta investigadora le pedía el teléfono porque dizque quería ver si tenía contactos o mensajes en clave, relacionados con pandillas. Sin embargo, el objetivo real habría sido conocer qué tipo de dispositivo tenía.

Con esa estrategia, habría descubierto que la quinceañera portaba un iPhone. Acto seguido, le habría dicho que tenía que hacerle un reconocimiento y que por ese motivo debía acompañarla. La menor se habría negado, pero presuntamente fue movida a la fuerza, pero no para ser embarcada en alguna patrulla, sino para ir caminando por la avenida Amazonas.

En el trayecto apareció otro individuo, que vestía de negro y estaba rapado, se precisa en el parte. El tipo le habría dicho a la supuesta agente que en breve le llevaría otras dos chicas para la investigación. No obstante, poco después cambió su ‘discurso’ y ante la víctima se identificó como sicario y habría dicho que le haría daño si no acataba sus pedidos. Luego de eso, el sujeto se habría retirado.

En consecuencia, la adolescente habría empezado a pedir ayuda a los transeúntes, con susurros para no llamar la atención, pero no fue tomada en cuenta, de acuerdo con lo que consta en el informe.

Finalmente, al pasar al frente de una entidad bancaria, cerca de la intersección con la calle Veintimilla, la víctima pidió ayuda a los guardias para liberarse, mientras que la mujer se alejó.

Los padres de la adolescente, al mismo tiempo, pasaban en bus, por lo que se bajaron y corrieron detrás de la sospechosa, para atraparla y después entregarla a los agentes que transitaban por el sector. La detenida fue identificada como Laura Morales, de 26 años.

Durante la audiencia por robo en contra de la sospechosa, ella negó los cargos, pero se ordenó prisión preventiva en su contra. Además, se tomaron como evidencias otros objetos que portaba: una consola de videojuegos y más celulares.

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