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Quito: conoce la historia del hombre que se defendió con un bate de dos choros
La víctima sacó el objeto cuando dos delincuentes con cuchillo intentaron asaltarlo en su negocio. Está listo para darle duro a los pillos
No sabe jugar béisbol ni pertenece a las Grandes Ligas de este deporte; sin embargo, casi ‘la saca del estadio’ al intimidar con un bate a dos delincuentes que pretendieron robar en su local, en Solanda, en el sur de Quito.
Se trata de Henry Jaramillo, un hombre que se volvió viral en redes sociales luego de que se difundiera el video que registró la cámara de seguridad de su local cuando ahuyentó a los antisociales.
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Sucedió a las 19:49 del 13 de abril. Jaramillo recuerda que vio a dos jóvenes con actitud sospechosa que merodeaban su negocio y se puso ‘pilas’. Los tipos entraron. Uno de ellos se acercó al mostrador, sacó un cuchillo e intentó pasar una pequeña puerta. Jaramillo se lo impidió y se metió a un cuarto.
Los supuestos ladrones intentaron seguirlo, pero el dueño del local salió con un bate de aluminio y los correteó hasta sacarlos del sitio. “Si los agarraba sí les daba en la cabeza por querer llevarse lo poco que hacemos”.
Luego de ver el video, Jaramillo se percató que eran dos adolescentes que en otra ocasión trataron de alquilarle una computadora, pero él se negó.
Justicia con mano propia
Desde ese día, Jaramillo cierra más temprano su negocio para evitar que los mismos pillos regresaran a tomar represalias o intenten cumplir su cometido de atracarlo.
Añadió que está preparado para la situación. Cuenta que el bate lo compró hace un año cuando la inseguridad en la zona se incrementó. “Estaba en el centro comercial y pensé que este objeto me iba a servir para protegerme”. Le costó 14 dólares y se convirtió en su ‘amigo defensor’.
Jaramillo también comentó que acomodó las vitrinas del local como una trinchera para evitar que los ladrones entren. “Por eso tuve tiempo de agarrar el bate y asustarlos”.
Su esposa, quien prefirió no identificarse, dijo que estaba orgullosa del accionar de Jaramillo. Sin embargo, comentó que si los pillos tenían pistola hubiese preferido que su pareja no hiciera nada. “Lo bueno es que compró un bate y no un machete”, manifestó entre risas.
Vecinos ‘acolites’
Alicia Cevallos tiene una tienda cerca del negocio de Jaramillo y recordó que aquella noche salió a ayudar a su vecino cuando escuchó sus gritos. “Los ladrones huyeron por la calle principal”.
La mujer también está preparada para batallar contra los delincuentes. Debajo de las cajas de frutas sacó un palo de escoba con un clavo en la punta y aseguró que esa es su arma para defender al barrio.
Añadió que no le tiembla la mano para caerle a palazos “a quienes pretendan quitar la tranquilidad del sector ”.
Ella y Jaramillo quedaron de acuerdo en que si llegara a pasar algo similar activaran una alarma para que los moradores puedan salir a repeler un ataque y atrapar a los choros.
Un agente de policía del sector señaló que activaron el botón de pánico en el local de Jaramillo y dispusieron que el Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) realice rondas constantes por el lugar para evitar algún delito.