El martes 30 de abril, México presentó una acusación formal contra Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por el asalto a la embajada mexicana en Quito, donde se arrestó  al exvicepresidente Jorge Glas, quien había sido otorgado asilo por México.

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El representante mexicano en la corte con sede en La Haya, Alejandro Celorio, declaró: "Hay líneas en el derecho internacional que no se deben cruzar. Lamentablemente, la República de Ecuador las ha cruzado. Las acciones de Ecuador no sólo infringen los límites establecidos del derecho internacional, también crean un precedente desconcertante que reverbera en toda la comunidad internacional".

La Corte Internacional de Justicia llevó a cabo la primera audiencia pública sobre el incidente, que ocurrió durante la noche del viernes 5 de abril, donde la Policía de Ecuador irrumpió en la Embajada de México y agredió al personal diplomático. En este martes, México tiene la oportunidad de presentar sus argumentos en la corte.

Ecuador tiene previsto presentar su respuesta a los alegatos el 1 de mayo de 2024, como parte de su estrategia de defensa ante la demanda interpuesta por México por violación de los Derechos Internacionales. Esta acción legal es dirigida contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

La defensa de Ecuador estará a cargo del embajador en los Países Bajos, Andrés Terán Parral. También formarán parte de la delegación la directora de Asuntos Internacionales y Arbitraje de la Procuraduría General, Ana María Larrea, así como los abogados Michael Woods, Sean Murphy, Alfredo Crossato y Omi Sender.

Celorio reiteró que Ecuador ha transgredido "uno de los principios fundamentales que rigen las relaciones entre Estados" con sus acciones en Quito, resaltando que el meollo de su argumento se centra en "la certeza jurídica de cualquier otro Estado soberano, organización internacional o tribunal".

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El representante mexicano expresó preocupación por la "falta de claridad" sobre las intenciones de Quito en el asalto a su embajada y lo acusó de mostrar "negligencia deliberada" hacia la seguridad de las personas presentes en el recinto. Señaló que esta incursión "evidencia claramente la falta de respeto de Ecuador hacia las normas fundamentales, universalmente aceptadas y de larga data".

Celorio afirmó que, incluso después del incidente, las declaraciones de los representantes ecuatorianos han aumentado las preocupaciones y enfatizó que la inviolabilidad de los recintos diplomáticos está garantizada, incluso en la legislación ecuatoriana.

"No se nos han proporcionado garantías creíbles para prevenir futuras violaciones, ni Ecuador ha reconocido plenamente su obligación de respetar la integridad territorial de México", recalcó Celorio. El tribunal considerará la solicitud de medidas cautelares presentadas por México, cuya decisión se espera en cuestión de semanas.

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